SKOPJE, Macedonia.- Los dirigentes de Macedonia y sus rivales albaneses suscribieron el lunes un histórico acuerdo de paz para terminar con seis meses de un cruento conflicto, y abrirle el camino a las tropas de la OTAN para desarmar a los insurgentes.
Los dirigentes de la mayoría macedonia del país balcánico y de los minoritarios albaneses suscribieron formalmente el acuerdo, el cual le da a los albaneses una mayor participación en el control de la policía, el parlamento y la educación.
La ceremonia de la firma del acuerdo contó con la asistencia del secretario general de la OTAN Lord Robertson, el enviado de la Unión Europea Javier Solana, el mediador francés Francois Leotard y el enviado estadounidense James Pardew, entre otros asistentes al acto realizado en la residencia del Presidente Boris Trajkovski.
Robertson calificó la firma del documento como "un momento importante dentro de la historia de Macedonia. Este día marca su entrada a una Europa moderna".
Aunque se deben afinar algunos detalles, el acuerdo le abre camino a la OTAN para enviar a 3.500 soldados a desarmar a los rebeldes. La misión encabezada por los británicos, denominada Operation Essential Harvest (Operación Cosecha Esencial), durará 30 días y contará con la participación de tropas de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, España, Grecia, Holanda, Noruega, Turquía, Hungría y la República Checa.
Pero antes de que las tropas de la OTAN puedan ser destacadas, tiene que darse un "cese al fuego perdurable", dijo Robertson, quien no señaló una fecha para la llegada de las fuerzas de la alianza.
"Claramente, tiene que haber un cese al fuego perdurable y ellos deben de entregar sus armas y municiones a las tropas de la OTAN cuando lleguen", dijo.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó a una reunión extraordinaria para apoyar el acuerdo de paz y pedirle a las partes que se atengan a él.
Los militantes se levantaron en armas en febrero, señalando que peleaban por mayores derechos para los ciudadanos de ascendencia albanesa, que conforman una tercera parte de la población macedonia, de dos millones. El gobierno macedonio sostiene que los rebeldes simplemente desean invadir territorios.
"Este es el día en que podemos empezar a ponerle fin a este conflicto y retirar de la mesa de negociaciones todas las cuestiones políticas", dijo Pardew, quien ayudó a conseguir el acuerdo la semana pasada. "Luego de este día, no debe de haber razón alguna para seguir peleando".
Previamente a la firma del acuerdo, el gobierno de Macedonia impuso un cese al fuego que había sido ignorado durante dos semanas. Trajkovski le ordenó a las fuerzas del gobierno que suspendieran el fuego de forma unilateral, a fin de mostrar "buena voluntad y darle una oportunidad" al acuerdo de paz, informó la televisión estatal.
