BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino dispuso anoche por decreto de necesidad y urgencia un nuevo ajuste en dos organismos del Estado, luego de que el Presidente estadounidense George W. Bush condicionara la ayuda al país a que se cumpla el déficit fiscal cero, anunció hoy en un comunicado de la Casa de Gobierno.
La disposición tiene fecha del jueves pasado, pero fue difundido recién hoy.
Los nuevos recortes afectarán a funcionarios, empleados y contratados del PAMI, la obra social de jubilados y pensionados, así como en la Anses, organismo encargado de las jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y seguros de desempleo.
El decreto establece que los funcionarios de mayor jerarquía del PAMI no podrán percibir sueldos mayores a 5.900 pesos (igual dólares) mensuales.
El resto del personal tendrá una reducción de salarios de 13% variable.
Además, se dispuso que las partidas destinadas al personal contratado deberán reducirse como mínimo en un 30%.
Esta reforma administrativa podría dejar afuera a unos 3.000 empleados que representan el 25% de su dotación.
El PAMI, con 3,5 millones de afiliados, 12.000 empleados y un presupuesto asignado para este año de 2,4 millones de pesos, atraviesa por una crisis de magnitud que afecta el nivel de las prestaciones merced a un déficit de 1.300 millones.
Por su lado, la Administración Nacional de la Seguidad Social (Anses)sufrirá una reducción de 64 a 38 de sus gerencias de segundo nivel. El pasado 10 de julio ya se habían rebajado de 18 a 10 las de primer nivel.
La Anses administra 17.000 millones anuales, cuenta con 7.647 funcionarios, sus gastos operativos y comisiones bancarias alcanzan casi 300 millones y desembolsa poco más de 8 millones mensuales en sus prestaciones a la gente.