ISLAMABAD, Pakistán.- Estados Unidos solicitó recientemente a Pakistán apoyo activo, incluido el despliegue secreto de fuerzas especiales americanas en el norte del país, para llevar a cabo una operación en Afganistán contra el millonario terrorista islámico, Osama Bin Laden, informaron hoy medios locales.
Las mismas fuentes declararon que Pakistán ha rechazado la ayuda requerida por los Estados Unidos ya que, según explican oficiales del Ejército pakistaní, una nueva operación militar contra el terrorismo en Afganistán tendría efectos contraproducentes.
Las autoridades norteamericanas, tras el fracaso en 1998 de su ataque con misiles contra Bin Laden y sus bases de entrenamiento, consideran ahora la posibilidad de llevar a cabo, junto al
despliegue aéreo, acciones de tierra.
Pakistán fue informado de que cualquier acción militar contra Osama y los campos de entrenamiento de terroristas islámicos cuenta con la aprobación y el apoyo de las Naciones Unidas y del grupo del G-8.
Osama es el objetivo más buscado del Departamento Antiterrorista de la CIA, principal institución del Gobierno norteamericano en la lucha contra las actividades terroristas, y encabeza la lista de delincuentes más buscados por el FBI.
Ante la negativa de Pakistán a cualquier apoyo militar, la administración Bush le recordó sus obligaciones internacionales respecto al cumplimiento de la resolución 1333 de las Naciones Unidas, según la cual se exige a los Talibán la entrega inmediata de Osama Bin Laden y el cierre de todos los campos de entrenamiento terrorista existentes en Afganistán.
Durante las próximas semanas se producirán importantes negociaciones entre las autoridades financieras pakistaníes y representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la concesión de una crédito de 3,5 billones de dólares.
Esta ayuda económica es fundamental para el desarrollo del país, pero su concesión podría presionar al Gobierno pakistaní respecto al apoyo en la lucha contra el terrorismo.
Oficiales de las Fuerzas de Seguridad de Pakistán se muestran reticentes al plan norteamericano contra el terrorismo en Afganistán por considerar que produciría rechazo en los sectores más conservadores del Ejército, ya que Osama es considerado como una leyenda entre gran parte de la población.