GAZA.- El ala militar del grupo extremista musulmán Hamas dijo el lunes que tenía atacantes suicidas en Israel a la espera de órdenes para vengar la muerte de un activista palestino y sus dos hijos en la Franja de Gaza.
Samir Abu Zeid, identificado como "el general" del ala militar del Movimiento Palestino de Resistencia Popular, murió la madrugada de lunes junto a su hija de siete años y su hijo de seis, en lo que funcionarios palestinos calificaron del cuarto ataque militar de Israel en la Franja de Gaza en menos de 36 horas. El grupo de Abu Zeid también prometió vengarse
"Tenemos mujahideen (combatientes) dentro de la entidad sionista esperando la señal para explotar como un terremoto y hacer pedazos a los sionistas", gritó a través de altoparlantes Izz el-Din al-Qassam, miembro del ala militar de Hamas, antes del funeral de Abu Zeid.
Hamas se ha atribuido la responsabilidad de numerosos atentados suicidas en Israel, el más reciente de ellos el 9 de agosto en Jerusalén, en el que 15 personas y el atacante murieron. Funcionarios palestinos dijeron que un misil israelí impactó la vivienda de Abu Zeid, cerca de la frontera entre la Franja de Gaza y el estado judío.
El ejército israelíí indicó que el hombre, que algunos palestinos describieron como un experto en fabricación de bombas, murió mientras preparaba un artefacto explosivo.
Previamente, el ejército israelí dijo que Abu Zeid murió cuando militantes palestinos dispararon un obús de mortero y erraron el blanco, impactando su casa.
Amigos y vecinos de Abu Zeid se reunieron el lunes alrededor de los restos de su casa de un piso.
"Escuché una enorme explosión como no había escuchado antes", dijo Marwan Mussallam, de 30 años, uno de los vecinos. "Vi cuerpos desmembrados, manos y piernas dispersas, con las partes del cuerpo lejos unas de otras. Recogimos los cuerpos del padre, el hijo y la hija. Fue la escena más desagradable que he visto en mi vida".
Escalada de violencia, Peres busca tregua
La muerte de Abu Zeid y sus hijos se produjo al final de un día de enfrentamientos casi ininterrumpidos, en el que otros tres palestinos perdieron la vida.
Testigos y fuentes de hospitales dijeron que soldados israelíes en un punto de inspección entre Belén y Jerusalén arrestaron y golpearon al palestino Jamil Shaath. Según las fuentes, Shaath se encontraba en grave estado después que los soldados lo golpearon en el rostro con una roca. El ejército señaló que investigaba la información.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Shimon Peres, dijo que "el principal esfuerzo" de Israel es iniciar conversaciones en torno a un alto el fuego, pero rehusó responder a versiones de la prensa israelí de que planeaba ofrecer al líder palestino Yasser Arafat un plan de tregua.
"Nosotros no pedimos esta guerra y tenemos todo el interés del mundo en darle fin. Creo que los palestinos también tienen interés en hacer esto. Creo que están descubriendo cada vez más que esto no los está llevando a ninguna parte", declaró Peres a la Radio del Ejército.
Un dirigente palestino dijo el domingo que Peres contactó a un funcionario de alto rango de la Autoridad Palestina con el objetivo de iniciar negociaciones en torno a un alto el fuego.
Sin embargo, funcionarios palestinos indicaron que ambas partes no podrían sostener conversaciones serias hasta que Israel devuelva las sedes de la Organización para la Liberación de Palestina en Jerusalén Oriental que ocupó después del atentado explosivo de Jerusalén.
