TEGUCIGALPA.- Unos 55.000 maestros iniciaron el martes una huelga de 48 horas en demanda de mejoras salariales, paralizando el sistema educativo, dijeron funcionarios y líderes sindicales.
El paro se sumó al que vienen realizando desde hace siete días unos 10.000 paramédicos y enfermeras de los hospitales estatales, negándose incluso a atender emergencias.
La huelga de los maestros, que afecta a 1,7 millones de estudiantes en los niveles preescolar, primario y secundario, se inició pese a que funcionarios están negociando un acuerdo con líderes del gremio.
"Hoy continuamos las negociaciones con el gobierno, pero no vamos abandonar los paros mientras no logremos un acuerdo que atienda las peticiones del magisterio", dijo a la prensa el dirigente de la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (FOMH), Trinidad Rivera.
La huelga en el área de la salud genera una situación crítica en los hospitales. Los directores de los centros asistenciales han llamado a los parientes de los pacientes internos para atenderlos y son apoyados por personal del ejército.
Los 28 hospitales públicos cerraron sus servicios de consulta externa y limitan sus atenciones a las emergencias.
"La situación es verdaderamente crítica, de milagro no han habido muertos, la virgen de Suyapa debe estar entre nosotros. En las salas ya no se dispone de ropa de cama, al igual que en los quirófanos y en las salas de parto", dijo el director del Hospital Escuela Materno Infantil, Rigoberto Cuellar.
Unas 5.000 enfermeras involucradas en la huelga demandan se les cumplan mejoras salariales acordadas con el gobierno y unos 5.000 paramédicos piden un nuevo aumento salarial.
La ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, dijo que "estamos cumpliendo a las enfermeras, negociamos con los maestros, pero no tenemos fondos para aumentos a los paramédicos. Ellos ya recibieron incrementos".
Advirtió que "si nos salimos de las capacidades financieras del gobierno no podremos lograr la aprobación de un acuerdo" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevista para el 20 y 21 de septiembre en Washington.
Precisó que de la continuidad y cumplimiento del acuerdo de tres años firmado en 1999 depende el otorgamiento a Honduras de los beneficios de la Iniciativa para Países Pobres Altamente Endeudados, que permitiría al país recibir un alivio y perdón de deuda de unos 1.000 millones de dólares que se destinarían a un plan de combate de la pobreza.
El gobierno de Flores abandonará el poder en enero y será sustituido por un nuevo mandatario que será electo en unos comicios generales previstos para el 25 de noviembre.