BRASILIA.- Con el fin de que la mayor cantidad de personas afectadas por el sida puedan someterse a tratamientos baratos contra el mal, el gobierno brasileño decidió este miércoles incrementar la producción de medicamentos con precios menores a los fabricados por algunas firmas farmacéuticas extranjeras.
Brasil es uno de los países latinoamericanos más afectados por el rigor del sida, con unos 580.000 contagiados, de los que cerca de 100.000 reciben en forma periódica un paquete de 12 medicamentos gratuitos distribuidos por el Ministerio de Salud. Aproximadamente 60% de esas medicinas son producidas por los laboratorios nacionales.
El gobierno brasileño eroga anualmente unos 300 millones de dólares en la adquisición de esos medicamentos de consorcios extranjeros, principalmente de Suiza, Francia y Estados Unidos, además de realizar campañas de prevención contra el sida.
El ministro de Salud José Serra informó a los periodistas que Brasil "lleva adelante batallas diarias contra el sida para evitar una mayor propagación".
Dijo que uno de los sostenes de esta batalla es lograr la adquisición y producción de medicamentos baratos que sean accesibles a la población de riesgo.
Lamentó que algunas de las empresas extranjeras se hayan resistido a bajar los precios, lo que obligó al gobierno a fomentar investigaciones científicas para la fabricación de medicamentos similares.
Informó que esta semana las autoridades decidieron suspender la patente de un medicamento retroviral contra la enfermedad que es producido por el laboratorio suizo Roche denominado "Nelfinavir" e iniciar la producción nacional a un costo inferior en un 40%. Por lo menos 25.000 de los 100.000 portadores del sida asistidos por el gobierno usan ese medicamento.
Señaló que lamentablemente Brasil esperó desde abril pasado una respuesta positiva de la firma suiza para una reducción sustancial de los precios.
De acuerdo con una ley aprobada en 1996, Brasil puede producir medicamentos similares genéricos y baratos contra el sida y otras enfermedades si es que los laboratorios extranjeros poseedores de las patentes no rebajaban los precios y los hacían inaccesibles a la población.
Serra manifestó que otras firmas extranjeras, como las estadounidenses Merck Sharp Dohme redujeron los medicamentos Indivanir y Efavirenz en un promedio del 62%.
Estados Unidos y Brasil sostuvieron un contencioso debido a las patentes de medicamentos, que llegó hasta la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, en junio pasado un acuerdo bilateral hizo que los dos países retiraran sus denuncias en la OMC y entablaran negociaciones que permitan acuerdos para la producción de medicamentos baratos.