LA HABANA.- Una misión europea encabezada por el canciller belga Louis Michel pasó más de seis horas reunida con el Presidente cubano Fidel Castro hasta primeras horas del viernes en un intento por desbloquear las relaciones de la Unión Europea con La Habana.
Después de salir del Palacio de la Revolución a las 2.00 A.M hora local. (0700 GMT) para dormir unas horas, Michel mantuvo un desayuno de trabajo en su hotel con cuatro disidentes, todos opuestos al sistema comunista unipartidista de Castro.
Antes de finalizar su visita en la tarde del viernes, en una conferencia de prensa conjunta, Michel y su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, anunciaron el deseo mutuo de reiniciar el diálogo político entre la UE y Cuba.
"Hemos constatado el interés de ambas partes de crear las condiciones que deberían conducir al diálogo político basado en el respeto mutuo, sin condicionamientos previos y sin excluir ningún tema", dijo Michel.
Michel y Pérez expresaron su deseo de que el diálogo se retomara lo antes posible pero no dieron detalles.
La visita se produce en un momento difícil en los lazos de la Unión Europea con Cuba, único país latinoamericano que no tiene un acuerdo de cooperación con el bloque europeo.
Las relaciones se deterioraron aún más el año pasado cuando La Habana canceló una visita de la "troika" europea y retiró su candidatura para entrar al pacto de la UE con los países de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), que ofrece paquetes de ayuda y preferencias comerciales.
Cuba aprecia la firme oposición europea al embargo de Washington sobre la isla, pero no tolera la insistencia europea sobre los derechos humanos y la necesidad de hacer cambios en el sistema cubano.
El líder cubano ofreció una bienvenida formal y una cena a la delegación europea.
"Esperamos lo mejor, no para nosotros, sino para los europeos y para el mundo", dijo Castro cuando le preguntaron por las relaciones con Europa antes de la cena.
Un portavoz de Michel señaló que en la reunión con Castro se habló del grupo ACP y de los derechos humanos, tema que también fue tratado con los disidentes.
"Nosotros valoramos que esto es un espacio que se ha ganado la oposición y dentro de la oposición este espacio nos va a permitir de mantener esta conducta pacífica que hemos tenido durante tanto tiempo, los que llevamos más de 12 años en esta lucha", dijo una disidente, Martha Beatriz Roque, tras el encuentro.
Además de Roque, liberada el año pasado tras tres años de cárcel, participaron en la reunión René Gómez Manzano, Gerardo Sánchez y Oswaldo Payá, activistas todos de la pequeña y fragmentada disidencia interna.
"Expliqué que no llamábamos a Europa para que pongan condiciones pero que mientras en Cuba no existieran las condiciones de respeto humano esta vinculación de Europa con Cuba corría el peligro (...) de convertirse en parte de este orden que oprime el pueblo", dijo Payá.
También hablaron con Michel de los presos políticos, que ellos cifran en torno a los 250, de las condiciones carcelarias y de sus ideas para reformas políticas.
El gobierno cubano, que permitió el encuentro en el hotel pero colocando agentes de seguridad en el lobby, considera a todos los disidentes como contrarrevolucionarios financiados por Washington y el exilio de Miami.
A pesar de las relaciones políticas congeladas entre Cuba y la UE, La Habana mantiene crecientes vínculos comerciales bilaterales con países europeos como España, Francia, Italia o Gran Bretaña, que hacen negocios con la isla caribeña en ausencia de competencia norteamericana.