Jerusalén.- El asesinato perpetrado hoy, lunes, por Israel del secretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Abu Ali Mustafa, ha causado la indignada condena de la ANP, pero también ha sido criticado por algunos políticos israelíes.
Haj Ali Sabri, como también era llamada la víctima, murió por el impacto de dos misiles lanzados por helicópteros israelíes sobre su oficina en Ramala, cuando se encontraba trabajando, y es el más alto responsable palestino eliminado hasta ahora por Israel dentro de su política de "asesinatos selectivos".
El ministro de Transporte israelí, Efraín Sné, criticó que la operación se llevara a cabo sin ser discutida antes por el Gobierno.
"En los últimos días, tengo la sensación de que decisiones clave no han sido adoptadas por el gabinete. Ni siquiera estoy seguro de que el ministro de Exteriores conociera este ataque", afirmó Sné, que fue viceministro de Defensa en el anterior gobierno de Ehud Barak.
"Son dos quienes toman esas decisiones, en contra de lo establecido en los acuerdos de coalición", afirmó Sné en referencia al primer ministro, Ariel Sharón, y al titular de Defensa, Benjamín Ben Eliézer.
No obstante, el ministro consideró que "era un blanco legítimo puesto que era responsable de siete coches-bomba".
Por su parte, el jefe de la oposición, Yosi Sarid, líder del frente pacifista Meretz, criticó la operación y señaló que "el asesinato de un activista político es una peligrosa escalada de la situación".
"Aquí no ha habido una gran operación de inteligencia. Ali Mustafa no se estaba ocultando, sino que estaba sentado en su oficina. Espero que no sigamos matando a otros líderes políticos en sus oficinas", agregó.
