JERUSALEN.- Tanques israelíes penetraron el martes al amanecer en el poblado cisjordano de Beit Jala, cerca de Jerusalén, y en el campo de refugiados de Rafah, en Gaza, tras un día de sangrienta violencia en el que murió el líder de una facción palestina en un ataque con misiles.
Testigos palestinos dijeron que ocho tanques de guerra del ejército israelí entraron al campo de refugiados de Rafah y que al menos otros dos blindados lo hicieron en el pueblo de Beit Jala, ambos bajo autonomía palestina.
Beit Jala fue escenario el lunes en la noche de un intenso tiroteo entre fuerzas militares israelíes acantonadas en el asentamiento de colonos judíos de Gilo, situado al otro lado del pueblo cisjordano.
Los testigos explicaron que dos excavadoras acompañaron a los tanques que penetraron en el campamento de Rafah, en la Franja de Gaza, y destruyeron una casa, lo que generó una intensa batalla a tiros entre los residentes de la zona y las fuerzas militares israelíes que apoyaron la operación.
El ejército de Israel no comentó el informe de la incursión de los tanques en zonas bajo la autonomía palestina.
Israel, que horas antes llevó a cabo un ataque con misiles en la localidad cisjordana de Ramallah en el que murió el líder del Frente para la Liberación de Palestina (FLP), Abu Ali Mustafa, declaró que no tolerará los continuos ataques contra blancos israelíes que se originan en Beit Jala.
Misiles disparados desde dos helicópteros de la Fuerza Aérea de Israel mataron el lunes a Mustafa, a quien el estado judío acusaba de ser el autor intelectual de una ola de atentados con explosivos en los que murieron decenas de israelíes.
Abu Ali Mustafa, de 64 años, uno de los fundadores de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fue alcanzado por dos misiles disparados desde helicópteros israelíes cuando se hallaba en su oficina, situada en el piso superior de un edificio de tres plantas en la ciudad cisjordana de Ramallah.
Colegas de Mustafa dijeron que un misil lo decapitó y que otro destrozó su cuerpo, mientras trabajaba en su escritorio.
La puntería de los tripulantes de los helicópteros fue tan precisa que los marcos de las ventanas por donde entraron los misiles quedaron intactos y ninguna otra habitación del edificio fue afectada.
Asistentes de Mustafa dijeron que el líder palestino acababa de recibir una llamada telefónica, implicando que posiblemente fue hecha para comprobar que estaba en su oficina.
La esposa y cinco hijos de Mustafa estaban de vacaciones cuando se ejecutó el ataque, pero al menos tres miembros del FLP sufrieron lesiones leves a consecuencia de esquirlas y fragmentos de vidrios.
Funcionarios palestinos indicaron que Mustafa era el político de más alto rango a quien Israel ha ultimado desde la muerte en 1988, en Túnez, de Khalil Wazir, conocido también como Abu Yihad. También afirmaron que el ataque israelí era "el comienzo de una guerra a gran escala".
El dirigente palestino asumió la jefatura del FLP, una facción de tendencia marxista que se opone al proceso de paz con Israel, después que George Habash, su líder durante mucho tiempo, renunció al cargo en julio del 2000.
La Autoridad Palestina anunció tres días de duelo y miles de palestinos se lanzaron a las calles de la ciudad de Gaza y de Jenin, Naplusa, Belén y Tulkarm, en Cisjordania, clamando venganza por el ataque.
Israel dijo, por su parte, que Mustafa era "un especialista en fabricación de coches-bomba" y afirmó que su eliminacin prevendrá muchas muertes de israelíes.
"Cuando uno lee su currículum, se ve que está empapado con la sangre de todas las víctimas judías (del FLP) desde hace muchos años", dijo el portavoz del gobierno israelí Raanan Gissin.
Un grupo radical palestino juró que vengaría la muerte de Mustafa.
Pocas horas después del ataque, un colono judío resultó herido fatalmente por un grupo de palestinos armados que emboscó su automóvil cerca de Ramallah.
El FLP se atribuyó la responsabilidad por el ataque contra el colono judío.
Estados Unidos dijo que las acciones israelíes en las que mueren dirigentes palestinos están agravando y complicando el conflicto en el Oriente Medio.
El Departamento de Estado, en un lenguaje poco frecuente en las declaraciones del gobierno de Washington, instó a Israel a aliviar "la presión, penurias y humillaciones" de los palestinos.
El mensaje estadounidense repitió la frecuente apelación de la Casa Blanca a la Autoridad Palestina a poner fin a los ataques contra israelíes y arrestar a los responsables de los actos de violencia.
El portavoz del Departamento de Estados, Richard Boucher, al responder a una pregunta sobre la muerte del líder del Frente para la Liberación de Palestina, dijo: "claramente Israel está en una situación muy difícil y sigue bajo la presión de los ataques terroristas".
Israel "tiene el derecho a defenderse, pero creemos que ambas partes deberían hacer todo lo posible por evitar acciones que empeoren la situación actual", agregó Boucher.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo por su parte que la crisis en el Oriente Medio se ha intensificado e instó a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar que la violencia se propague a las naciones vecinas.
"Esto (el ataque israelí contra Mustafa) ha incrementado las tensiones en la región a niveles que no hemos visto en muchos años", dijo Annan a los periodistas durante una visita oficial a Austria.