WASHINGTON.- Debido al aumento en la importancia política de la población de habla hispana en Estados Unidos, muchos políticos han buscado aprender español para dirigirse en su propio idioma al importante bloque electoral.
En la sede del Congreso estadounidense, los legisladores han empezado a tomar cassettes y libros de texto para aprender español y usarlo en conversaciones con los votantes, dar discursos o entrevistas a canales de televisión, radiodifusoras o periódicos en español.
"Es una forma muy rápida y fácil para un candidato que quiera simpatizarles", dijo Lisa Navarrete, del Consejo Nacional de la Raza, el principal grupo de activistas en favor de los hispanos. Sin embargo, los candidatos necesitan darle sustento a ese acercamiento con posiciones sólidas respecto a temas como el salario mínimo, la educación y el cuidado de la salud, a fin de asegurar si efectivamente van a recibir los votos que buscan.
La población hispana del país se incrementó en casi un 60% durante la última década y ahora compone más del 13% de la población en 122 de los 435 distritos electorales del país.
Los dos principales partidos políticos del país están al tanto del potencial que tienen los hispanos para cambiar el mapa político y han empezado a cortejarlos agresivamente con miras a las elecciones legislativas del 2002 y la contienda presidencial del 2004.
Por supuesto, los funcionarios públicos no necesariamente tienen que aprender español para llegar a los hispanos. Simplemente pueden contratar a empleados que hablen el idioma, como suelen hacer varios de ellos, o mandar traducir los comunicados de sus oficinas.
Aunque quizás la cuestión realmente no sea si se habla español o no, sino si se tiene algo que decir después de todo.
