AUCH.- Unos 150 activistas contrarios al cultivo de vegetales modificados genéticamente arrasaron el martes un campo de maíz experimental en el suroeste de Francia y arrojaron las plantas destruidas en el centro de la capital regional.
Esta es la segunda vez en una semana que los activistas destruyen cultivos de plantas modificadas genéticamente y la sexta ocasión desde junio.
Armados con guadañas y hoces, los activistas demoraron sólo cuatro minutos para destruir el sitio del cultivo, situado en la localidad de Labrihe, en el suroeste de Francia, la mayor región productora de maíz en el país europeo.
El maíz modificado genéticamente era cosechado por un granjero de la zona para la empresa biotecnológica estadounidense Monsanto.
Mientras este tipo de cultivos es común en Estados Unidos, Francia y otros países europeos continúan rechazando el uso de este tipo de tecnología genética en la agricultura.
No obstante, Francia lleva a cabo cultivos experimentales de plantas modificadas genéticamente en unas 100 granjas.
Un pequeño escuadrón de policías fue enviado al lugar y observó sin intervenir cómo los activistas del sindicato radical Confederación Paysanne, del movimiento antiglobalización Attac y del grupo ambientalista Amigos de la Tierra destruían las plantas de la granja.
Después, los manifestantes cargaron las plantas destruidas en camionetas y las transportaron a la localidad de Auch, capital del departamento de Gers, donde las arrojaron alrededor de una fuente situada frente al ayuntamiento y distribuyeron panfletos entre los residentes.
La campaña para destruir los cultivos modificados genéticamente comenzó a finales de junio, cuando el Ministerio de Agricultura publicó la lista de los distritos franceses donde se cultivan las plantas experimentales.
Los dirigentes de la coalición gobernante en Francia condenaron la destrucción de los cultivos, pero admitieron que compartían las preocupaciones de los activistas sobre las plantas modificadas genéticamente.
