LIMA.- La empresa chilena Lucchetti habría financiado en parte la campaña para la reelección del ex presidente peruano Alberto Fujimori en el 2000, según denunció hoy una de las personas más próximas a la coordinación de esa campaña política.
La alcaldesa del distrito limeño de Chaclacayo, Delia Vergara, que hizo la revelación hoy ante una subcomisión del Congreso del Perú, dijo que fue el propio ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos quien en su momento le reveló la identidad de quienes patrocinaban la millonaria campaña, entre los que citó a Lucchetti.
La mención añade más problemas a la fábrica de fideos, propiedad del conglomerado chileno Grupo Luksic, actualmente centro de un proceso judicial por las irregularidades en que supuestamente habría incurrido para levantar una planta dentro de una reserva ecológica limeña.
Según la alcaldesa, Montesinos también citó como patrocinadores al banco Wiese Sudameris, la empresa de transportes Ormeño, el grupo económico Gloria y el acaudalado propietario de restaurantes Raúl Modenesi, todos peruanos.
Vergara, en su momento una de las principales líderes del partido fujimorista Vamos Vecino, fue una de las coordinadoras más activas en la campaña y siempre se le ha considerado como uno de los principales enlaces entre la red montesinista y la clase política.
Uno de los propietarios del Grupo Luksic, Andrónico Luksic, y otros dos funcionarios chilenos de esa organización, Gonzalo Menéndez y Luis Fernando Pacheco, están inmersos en un proceso judicial por presunto tráfico de influencias, basado en un "vladivideo" en el que aparentemente piden apoyo del entonces poderoso asesor para defender su planta.
Lucchetti logró construir la fábrica pese a la oposición de la alcaldía de Lima y gracias a "sospechosos" fallos judiciales que, en opinión de quienes han investigado el caso, tenían clara influencia de Montesinos, el ahora preso jefe de la red corrupta.
El Wiese Sudameris, segundo mayor banco privado del Perú, ha sido mencionado reiteradamente como supuesto aliado de Montesinos, mientras que de Ormeño, uno de cuyos dueños fue congresista fujimorista, y de Modenesi, que fue candidato a alcalde del distrito de Miraflores por la misma corriente, se sabía de sus simpatías por el régimen.
Gloria, conglomerado basado en una fábrica de leche, ha guardado por el contrario siempre un perfil bajo en ese sentido.
La subcomisión parlamentaria que investiga irregularidades de la pasada década confrontará las afirmaciones de Vergara con otras para tratar de establecer la verdad.
La campaña para la reelección de Fujimori, que terminó con un "triunfo" objetado en el Perú y el exterior por "fraudulento", se caracterizó por el derroche de dinero para propaganda o para entrega de "regalos" a potenciales votantes. Según se ha establecido, miles de dólares del erario público también fueron destinados a tal propósito.
De momento no se conoció cuánto dinero habrían aportado Lucchetti y los demás supuestos patrocinadores.