Berlín.- El canciller alemán, Gerhard Schroeder, cortó hoy en seco la polémica en torno a los viajes veraniegos de su ministro de Defensa, Rudolf Scharping, y compareció sorpresivamente ante los medios de comunicación en Berlín para respaldarle públicamente.
Mientras por los medios de comunicación alemanes comenzaban a circular los primeros nombres de posibles sucesores de Scharping, Schroeder aseguró que no había "nada" que reprochar al ministro, que hoy volvió a Alemania desde Mallorca a bordo de un vuelo charter.
Al menos anímicamente, el ministro no parece haber acusado la tormenta que han causado este año sus vacaciones con su querida, la condesa Kristina Pilati. Scharping y su pareja estaban de excelente humor y brindaron en el avión con champán, reseñaron compañeros de viaje de la pareja.
Scharping había provocado una escándalo político por haber utilizado en siete ocasiones aviones de las fuerzas armadas para ir a y volver de Baleares, donde veraneaba con la condesa.
Aunque legalmente correcto, Scharping se vio en el ojo del huracán por una serie de "detalles" considerados inoportunos incluso en filas de su propio partido, el socialdemócrata (SPD).
El mismo día de la aprobación del envío de tropas alemanas a Macedonia en el gobierno, en una revista del corazón alemana apareció un reportaje gráfico autorizado, en el que Scharping tortoleaba con su pareja en la piscina.
Luego resultó que Scharping tuvo que ser poco menos que obligado por Schroeder a visitar las tropas en los Balcanes en lugar de permanecer en Mallorca.
Su último regreso a Mallorca, desde Skopje, el pasado jueves, fue un fiasco logístico, ya que se apoderó del aparato que transportaba a dos líderes de la oposición que se le habían adelantado en pasar revista a los soldados alemanes. Los políticos conservadores llegaron al aeropuerto de Pristina y se encontraron con que su avión había volado. Tuvieron que ser recogidos por el avión presidencial.
"Sólo puedo recomendar no exagerar este asunto", declaró hoy Schroeder. "Aquí se está disparando con cañones inapropiados", añadió en alusión al coro de "dimisión" de la oposición.
Schroeder no admitió preguntas, pero sí aprovechó la ocasión para pasar al contrataque. Así, afirmó que, a diferencia de Roland Koch, el primer ministro del estado de Hesse y una de las esperanzas de los demócratacristianos alemanes, Scharping nunca "mintió a nadie ni administró 'cajas negras'".
Koch fue uno de los protagonistas del escándalo de financiación ilegal de la CDU. "No hay nada que reprochar (a Scharping)", declaró Schroeder. Aun así enfatizó que se reunirá con Scharping para mantener "una conversación larga", en lo que hace pensar que el canciller tampoco aprueba la imagen que está dando su ministro.
Schroeder subrayó que Scharping se atuvo estrictamente a las normas que rigen para el uso que pueden dar los integrantes del ejecutivo a los aviones de las fuerzas armadas. "Todo lo demás es un asunto de dos personas adultas", dijo.
Scharping, a su vez, abandonó el aeropuerto de Francfort sin atender a los periodistas que le esperaban. Con anterioridad, había desplegado una batalla de defensa en varios medios de comunciación, centrada, sobre todo, en destacar que no despilfarró fondos públicos y que no pensaba dimitir.
"Estoy haciendo mi trabajo, y seguiré trabajando entre 80 y 100 horas por semana. No hay quien me pueda reprochar nada si tengo que interrumpir mis vacaciones en tres ocasiones por motivos oficiales", declaró al dominical "Welt am Sonntag". También manifestó sentirse víctima de una cacería de los medios de comunicación.
Sin embargo, hoy quedó patente que su comportamiento ha causado profundo malestar incluso entre algunos socialdemócratas, que hasta ahora sólo le habían criticado "off the record".
La experta en defensa Verena Wohlleben dijo que el comportamiento de Scharping "empieza a ser bochornoso e inadecuado". Su correligionario Manfred Opel también condenó los viajes del ministro.
Según el "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung", el grupo parlamentario del SPD se sumó a la oposición conservadora y pidió explicaciones por escrito al ministerio de Defensa sobre los viajes del titular a y desde Mallorca.