BELFAST.- Las alumnas de una escuela católica de la capital de Irlanda del Norte fueron hostigadas con dureza el lunes, mientras la policía chocaba con protestantes de línea dura que trataban de impedirles concurir a clases.
Alrededor de 100 manifestantes arrojaron botellas contra las filas policiales y el recinto escolar mientras las autoridades armadas con bastones los contenían hacia una calle lateral que conduce al corazón de una zona "leal" probritánica en el norte de Belfast.
Decenas de pequeñas con uniformes escolares en tonos rojo y negro se aferraron a sus padres mientras las llevaban a la escuela primaria para niñas Cruz Sagrada, en Ardoynem en medio de un torrente de insultos y obscenidades por parte de los adultos protestantes.
Una mujer católica fue trasladada al hospital con una herida en la cabeza.
Las trifulcas se desataron previamente entre la policía y los lealistas mientras los oficiales se desplazaban para tratar de asegurar el paso de las jovencitas durante el primer día del ciclo escolar.
Líderes comunitarios rivales se culparon mutuamente por el colapso de los esfuerzos durante el fin de semana para solucionar la disputa en torno al trayecto que conduce a la escuela.
El conflicto se originó en junio en los aledaños enclaves católicos y protestantes. Los protestantes de la zona de Ardoyne, donde se encuentra ubicada la escuela, dijeron que habían sido intimidados por los católicos.
Los incidentes fueron desagradables aún para Belfast, ciudad acostumbrada a muestras de violencia sectaria durante el verano (boreal).
La policía había declarado anteriormente que aseguraría que las niñas pudieran ir a la escuela. Los líderes de la comunidad protestante acusaron a los oficiales de utilizar métodos violentos.
UN CAMINO DIFERENTE A CASA
La policía construyó un muro protector en un sector de la calle Ardoyne y permaneció allí durante la jornada. Los padres luego llevaron a las niñas de regreso a casa por una ruta diferente.
En la actualidad se está negociando la paz en la provincia tras altos el fuego por parte de grupos guerrilleros proirlandeses y probritánicos.
Sin embargo, las disputas políticas y la violencia han perjudicado seriamente el histórico acuerdo de paz Viernes Santo de 1998.