JOHANNESBURGO.- Los incendios forestales avivados por fuertes vientos en el noreste de Sudáfrica han dejado al menos 32 muertos, entre ellos seis niños, dijeron el jueves la policía y un administrador de hospital.
El total de muertos en un incendio que devastó el martes y miércoles amplias áreas del parque nacional Kruger aumentó a 23, tras la muerte de tres de las víctimas internadas en un hospital para tratamiento por quemaduras y el hallazgo de los restos calcinados de un hombre, dijo el administrador del hospital.
Otros dos hombres siguen hospitalizados, informó en el centro médico Nelspruit Medi-Clinic el administrador Sarel van der Walt. "Su condición sigue siendo muy crítica, pero estable", agregó.
El incendio en el parque nacional, que se inició el martes y comenzó a mermar el miércoles por la noche, dejó 19 aldeanos muertos, así como también cuatro guardias forestales que trataron de salvarlos.
Los aldeanos, que habían sido contratados para podar hierba en la reserva natural de 20.000 kilómetros cuadrados, murieron cuando trataban de escapar de las llamas que consumieron el campamento temporal montado para alojarlos.
Otros dos incendios separados, avivados por fuertes vientos en la provincia de KwaZulu-Natal, a unos 300 kilómetros del parque Kruger, dejaron nueve muertos más, dijo el portavoz policial Bala Naidoo.
Seis niños y una anciana murieron incinerados en su casa aledaña a Charlestown, en la región septentrional de la provincia, cuando el incendio se extendió, dijo Naidoo.
Dos de las víctimas perecieron en el interior de su auto cuando se adentraron en una carretera, en medio de la densa humareda causada por un incendio forestal entre Vryheid y Dundee. Otros dos ocupantes del vehículo fueron internados en un hospital y se encuentran en condición crítica.
Naidoo dijo que las llamas están bajo control y que no hay nuevos reportes de incendios.
"Pero todavía hay mucho calor y vientos. Espero que los vientos no cobren intensidad", dijo.
La causa de los incendios se desconoce, aunque las condiciones de extrema sequedad y vientos sumamente fuertes en las zonas del noreste sudafricano han llevado a las autoridades a emitir alertas de incendio.