BUENOS AIRES.- El Presidente argentino Fernando de la Rúa aseguró anoche que se
ha desarticulado una conspiración para formar un hipotético gobierno de coalición con el peronismo, lo cual provocó luchas internas en la oficialista Alianza y nerviosismo en los mercados.
El Mandatario ratificó su plan económico de austeridad, al precisar que el monto de fondos federales girados a las provincias estará supeditado a los ingresos por recaudación fiscal, en tanto sostuvo que tiene asegurado su financiamiento hasta octubre de 2002.
Este viernes, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) votará la recomendación de aumentar la ayuda crediticia a Argentina en US$ 8.000 millones. De aprobarse, entre el lunes y el martes próximos desembolsaría US$ 5.000 millones, más US$ 1.264 millones de una cuota comprometida previamente.
El jueves, el riesgo país trepó de 1.398 a 1.455 puntos básicos, en tanto el índice líder Merval de la Bolsa de Buenos Aires perdió 2,04%. Este viernes, la prima seguía subiendo hasta los 1.482 pts. El FRB perdía un 0,3%, a 75,75; y el Global 2008 retrocedía un 2,2%, a 63,5.
En una entrevista transmitida la noche del jueves en el programa político televisivo "Hora Clave", el Mandatario dijo que formar una coalición con un jefe de gabinete peronista "sería un desastre" porque generaría "un gran desorden". Atribuyó esas versiones a lo que "podría llamarse una conspiración".
No obstante, subrayó que "creo que está completamente desarticulado, nadie la ha seguido, nadie le puede prestar atención, acá tienen vigencia las instituciones y yo como Presidente asumo todas la responsabilidad de cumplir mi deber, marcar el rumbo y trabajar para el futuro del país".
Las discusiones en el seno de la Alianza gobernante sobre cómo enfrentar la crisis y las presiones de varios sectores para reestructurar la deuda pública incidieron en el ánimo de los inversionistas.
La desconfianza sigue imperando, pero el subsecretario de Finanzas, Julio Dreizzen, dijo que el financiamiento estatal está asegurado hasta el tercer trimestre de 2002 y que sólo falta cubrir US$ 2.245 millones para cerrar las cuentas financieras del próximo año.
Versiones periodísticas coincidentes con críticas de gobernadores provinciales habían puesto en duda este jueves la voluntad del Gobierno de no gastar más que lo recaudado por cosecha de tributos.
La declaración gubernamental, contenida en un comunicado del ministerio de Economía, fue divulgada un día antes de la reunión del directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), que está a punto de aprobar un aumento de US$ 13.700 millones a US$ 21.700 millones la ayuda crediticia anticrisis.
El gobierno se comprometió a desarrollar una política de Déficit Fiscal Cero (DFC), para lo cual dispuso recortar 13% los salarios públicos y respetar el giro de fondos federales de US$ 1.364 millones mensuales sólo si cuenta con los recursos fiscales suficientes, en su afán por recuperar la confianza de los inversionistas.
La batalla contra el déficit está en pleno desarrollo, informándose que las provincias sumaron un déficit de US$ 1.448 millones en las cuentas del primer semestre de 2001, informó el Ministerio de Economía.
La cartera económica dijo que "en dicho Memorando (con el FMI) puede leerse que en el caso que los ingresos tributarios sigan siendo inferiores a los niveles previstos en el presupuesto 2001, como ocurrió en julio, trataremos de reequilibrar los términos para generar un ahorro neto de hasta US$ 900 millones durante el resto de 2001".
Argentina sufrió duros embates especulativos este año, que llevaron a las nubes el riesgo país, por caída del precio de sus bonos públicos, a raíz del temor de un cese en el pago de la deuda de US$ 128.000 millones o una devaluación.
La declaración oficial añadió que "el gobierno espera también que la discusión con los gobernadores de la nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos permita darle estado parlamentario antes de fin de año".
Los gobernadores de la oficialista Alianza y los de la oposición justicialista (peronista) han coincidido en plantear una lucha frontal contra un eventual recorte del monto fijo de copartipación de impuestos de US$ 1.364 millones por mes.