WASHINGTON.- El Presidente de México, Vicente Fox, concluyó este viernes una exitosa visita de estado a Washington donde definió la agenda mexicana: un acuerdo migratorio antes de fin de año, acceso a camiones mexicanos y la desnarcotización de la relación con Estados Unidos.
Antes embarcarse para Miami, Fox reiteró en un almuerzo con expertos en política y economía de Washington que Estados Unidos tiene que permitir el acceso de camiones mexicanos según sus obligaciones en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994.
En reuniones con legisladores estadounidenses, Fox insistió en los pedidos que hizo el jueves en sesión conjunta del Congreso: un acuerdo antes de fin de año que contemple la legalización de millones de mexicanos indocumentados en Estados Unidos, y la eliminación de la certificación anual de la cooperación mexicana en la lucha contra el narcotráfico.
El mensaje del Mandatario, en cada evento, fue que un México democrático merece la confianza de Estados Unidos y hay que enterrar las sospechas generadas en el pasado por un sistema político corrupto. Fox afirmó que llegó la hora de completar la labor inconclusa del TLCAN, no sólo en materia de transporte, sino en el logro de un trato más digno y fluido para los mexicanos que se arriesgan a cruzar la frontera en búsqueda de empleo.
El Presidente impresionó al Congreso y obtuvo el apoyo de George W. Bush, quien amenazó vetar un proyecto de ley de transporte si prohibe el acceso de camiones mexicanos.
Lazos de amistad
Bush, ex gobernador de Texas que recibió a Fox con un banquete en la Casa Blanca, instó al Congreso a excluir a México de la certificación por drogas, una prueba anual que ha creado fricciones con México por una década y media.
El Mandatario estadounidense también abogó por un acuerdo migratorio con México, aunque descartó una amnistía para los indocumentados mexicanos debido al rechazo político que ha creado en su propio Partido Republicano.
"Hace unos años hubiera sido absolutamente imposible para un presidente mexicano ni siquiera estar hablando de la posibilidad de legalizar a los inmigrantes ilegales", dijo Moisés Naim, director de la revista Foreign Policy.
Los avances logrados por Fox se deben a su personalidad atractiva y al hecho de que al asumir este año puso fin a siete décadas de presencia en el poder de un sólo partido en México, el Revolucionario Institucional (PRI), dijo a Reuters el experto venezolano. "El mundo también ha cambiado. Es la convergencia de las personalidades involucradas y las realidades cambiadas", dijo.
En un discurso en la Organización de los Estados Americanos el viernes, Fox dijo que venía a hablar en nombre de una nación mexicana que se ha renovado políticamente. "Las mexicanas y los mexicanos estamos perfeccionando nuestra democracia con gran convicción, y con el ánimo de construir un mejor país", afirmó.
"Queremos consolidar nuestro destino a partir del principio constitucional de que la democracia es inseparable del desarrollo", dijo a la comisión de 34 embajadores de la OEA.
El secretario general de la OEA, el ex presidente de Colombia César Gaviria, elogió la elección de Fox y agradeció su "vigoroso apoyo" a la Carta Democrática que los cancilleres de América se preparan a adoptar en Lima la próxima semana.
"La política exterior de México se ha convertido no sólo en un instrumento central de la preservación de la soberanía y de la seguridad nacional, sino en un instrumento efectivo para promover y apuntalar el desarrollo de México, de promover la imagen de un país honesto, democrático, plural, seguro y culturalmente vibrante", afirmó Gaviria en su discurso.