WASHINGTON.- Tras meses de interés creciente sobre la inmigración, y de una visita de estado del presidente mexicano Vicente Fox, los demócratas hicieron un llamado el sábado a los estadounidenses para que dejen de lado sus temores y hagan menos restrictivas las leyes migratorias.
El representante Ed Pastor, de Arizona, aprovechó el mensaje radiofónico semanal demócrata para poner énfasis en que el partido apoya una renovación de la política de inmigración, en respuesta a las necesidades cambiantes del país.
"La atracción de trabajadores ambiciosos de todas partes del mundo es un indicio de nuestra fuerza nacional, no de debilidad", dijo.
Agregó que debería cambiarse el punto focal del tema "para aprovechar, no para temer, la evolución económica y cultural de nuestra nación", dijo Pastor.
El viernes, líderes empresariales dijeron a un subcomité judicial del Senado, que la economía nacional ofrecerá 161 millones de plazas de trabajo para el 2008, y sólo habrá 154 millones de estadounidenses para cubrirlas.
Los líderes laborales sugirieron que al obligar a los inmigrantes a aceptar sueldos y condiciones de trabajo inferiores a los estándares sólo creará, en un futuro, la misma situación para los trabajadores estadounidenses.
Algunos aspectos del tema han superado ya las divisiones partidarias. Un proyecto de ley aprobado por el Senado la noche del jueves --que prolongó la fecha límite para que los inmigrantes ilegales soliciten visas-- también tiene el apoyo del presidente George W. Bush y legisladores republicanos en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, Pastor dijo que la meta de su partido incluye muchos cambios más, como expandir los límites de las visas de algunos inmigrantes y que se exente por completo de límites a Canadá y México.