BUENOS AIRES.- Las marchas callejeras y las huelgas recrudecieron este lunes en protesta contra el ajuste fiscal en Argentina, donde cada día unas 8.000 personas caen en la indigencia, según un estudio de la consultora privada Equis.
Centenares de desocupados provenientes del norte argentino, liderados por el sacerdote católico Jesús Olmedo, llegaron este lunes a las puertas de Buenos Aires, en el marco de una "Marcha de los pobres y excluídos", luego de atravesar 1.200 kilómetros de rutas y caminos.
Varias decenas de manifestantes instalaron este lunes una "Carpa sanitaria" de protesta frente a la sede del Programa de Ayuda Mutua Integral (PAMI), la obra social que atiende a casi cuatro millones de jubilados y que está en vías de ajuste por el reciente acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En tanto, la consultora Equis reveló también en un informe a la prensa que creció de 10% a 14% el índice de indigentes, que ganan menos de 63 pesos (igual en dólares) mensuales y consumen menos de 2.700 calorías diarias.
Artemio López, presidente de la consultora, consultado por la radio Rock And Pop, dijo que durante los últimos seis meses unas 8.000 personas por día cayeron en la indigencia, por debajo de la línea de pobreza, en base a datos del oficial Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Los indigentes sumarían ahora unos cinco millones, en tanto que los pobres, que ganan menos de 137 pesos mensuales, alcanzarían a otros siete millones, en un país de 37 millones de habitantes, según se desprende de los estudios del INDEC.
En el marco de la resistencia al programa de ajuste, que redujo un 13% los salarios oficiales, comenzó el lunes una huelga nacional de 48 horas de unos 50.000 docentes universitarios, bajo la consigna "en defensa de la educación pública, y contra el modelo neoliberal".
Educadores de la Universidad Nacional de La Plata, a 60 Km al sur de Buenos Aires, iniciaron el paro colgándose de palmeras del bosque donde están la mayoría de las casas de estudios y llevando consigo los pizarrones, en una insólita forma de protestas.
La frase "estar colgado de la palmera", desde donde se dictarán
clases mientras dure la huelga, significa en Argentina no tener el dinero suficiente para alimentarse y vivir.