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Estados Unidos sacudido por ola de atentados terroristas

En Washington se informó que el FBI investiga versiones de un secuestro aéreo antes de las explosiones, y el Presidente George W. Bush, en conferencia de prensa pidió un minuto de silencio por las posibles víctimas, reconoció la posibilidad de un ataque terrorista y afirmó que en EE.UU. "no se tolerará el terrorismo".

11 de Septiembre de 2001 | 09:02 | emol.com
NUEVA YORK.- Una ola de atentados terroristas han afectado hoy a Estados Unidos provocando una situación de caos y alerta máxima en el país, sin que hasta la noche de hoy se sepa en forma oficial de la autoría de los hechos.

Dos aviones se estrellaron minutos antes de las nueve de la mañana contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, provocando incendios de proporciones en los edificios, y posteriormente el derrumbe de ambos rascacielos, lo que ha provocado una tragedia de proporciones en los alrededores de Manhattan.

El primer avión, que se estrelló a las 8:48 hrs. contra una de las torres, correspondía vuelo 11 de United Airlines, un boeing 757 con 65 personas a bordo, que había sido secuestrado cuando se dirigía desde Boston a Los Angeles.

A las 9:06 hrs. el vuelo 77 de American Airlines, un boeing 767 con 81 pasajeros y 11 tripulantes, que iba desde Washington D.C. a Los Angeles, se estrelló en la torre sur del World Trade Center.

Según informó Robert Frenk, controlador aéreo del aeropuerto de la guardia de Nueva York, minutos antes del segundo choque, en la primera torre habría sido desviado un boeing 767 correspondiente al vuelo 11 de American Airlines que iba de Boston a Los Angeles, lo que fue confirmado por el FBI en Washington.

Posteriormente otro avión, un boeing 757 de American Airlines con 58 pasajeros y seis tripulantes, sacudió al Pentágono norteamericano, causando un incendio enorme y un derrumbe en parte de su estructura, sin confirmarse el número de muertos o heridos. Bomberos y organismos de emergencia están trabajando en el lugar.

Un coche bomba explotó además frente al Departamento de Estado norteamericano, también en Washington.

En tanto en un avión 757 de United Airlines que realizaba el vuelo entre Newark (Nueva Jersey) y San Francisco, se estrelló en el oeste del estado de Pensilvania, en el condado de Somerset, según informaron las autoridades, en lo que fue el cuarto atentado ocurrido hoy.

United Airlines además informó que perdió contacto con otro aparato, un Boeing 757 que realizaba el vuelo 175 entre Boston-Los Angeles, dijo un portavoz de la compañía norteamericana. Posteriormente United dijo que este jet cayó en un lugar no revelado.

Se informó extraoficialmente además que otros tres aviones, que habían sido secuestrados, habrían sido derribados por organismos de la defensa de Estados Unidos, uno de ellos en las cercanías de Camp David, lugar de vacaciones de los Mandatarios americanos.

En Dubai, la televisión de Abu Dhabi informó que un grupo palestino reclamó la responsabilidad por el atentado, aunque minutos más tarde replicaron a un canal de televisión que no habían tenido relación con los hechos.

El Presidente George W. Bush, llegó en horas de la tarde hasta la Casa Blanca desde donde habló al país y al mundo a las 20:30 (hora en Chile).

En la oportunidad el Mandatario avisó que Estados Unidos "no distinguirá entre los terroristas que cometieron los atentados y quienes les amparan".

Bush reconoció que miles de vidas se perdieron en los atentados "deliberados y sangrientos", pero recalcó que EE.UU. "se mantiene fuerte y unido".

Añadió que se ha puesto en marcha la investigación para detener a los responsables de estos "maléficos atentados" y anunció que la actividad volverá mañana, miércoles, al país.

"Este es un día en que todos debemos estar unidos en busca de justicia,... y en defensa de la libertad", afirmó Bush en una declaración que duró cinco minutos.

Los atentados "pueden derribar nuestros edificios más altos, pero no pueden tocar los cimientos de nuestro país".

Bush agradeció la solidaridad que ha recibido de otros dirigentes de todo el mundo. "Junto con nuestros amigos y aliados estamos unidos para ganar la guerra contra el terrorismo", afirmó.

"Estados Unidos ha afrontado enemigos anteriormente, y lo hará ahora", añadió el presidente, en un mensaje que tenía un tono ciertamente bélico, a pesar de que se esforzó en que la vida cotidiana debe continuar.

Tras su mensaje, Bush tiene previsto reunirse de nuevo en la Casa Blanca con su Consejo de Seguridad Nacional.

Caos en Manhattan

Las víctimas del ataque contra el World Trade Center -muchas de ellas con graves quemaduras- comenzaron a llegar a hospitales de la ciudad de Nueva York una hora después que dos aviones chocaron contra las torres gemelas, dijeron este martes testigos.

"Centenares de personas están con quemaduras de la cabeza a los pies", dijo el Dr. Steven Stern, del hospital St. Vincent, del barrio bohemio de Greenwich Village, en la parte baja de Manhattan.

Horas después de los atentados, las autoridades no habían revelado aún el número de víctimas fatales como consecuencia de los ataques terroristas, aunque la Asociación Nacional de Bomberos de Estados Unidos estimó al atardecer que las víctimas podrían alcanzar 10.000 personas sólo en las dos torres del World Trade Center.

La mayoría de los primeros heridos fueron enviados al hospital de la Universidad de Nueva York y al St. Vincent, ambos situados cerca del sitio de los hechos.

Durante la tarde además se desmoronó el edifio número 7 del centro finanaciero, construcción de 47 pisos contigua a los desaparecidos rascacielos.

Numerosos vehículos de bomberos, ambulancias y policía permanecen al anochecer en el lugar apagando las llamas y socorriendo a los sobrevivientes, aunque las labores de rescate y extinción se ven dificultadas por la magnitud del accidente.

En lo que fueron ambas torres de 110 pisos cada una, trabajaban alrededor de 50 mil personas y eran visitadas por más de 150 mil cada día. Se informó que todo aquel que ingresara a los edificios debía identificarse y registrarse en un sistema computacional antes de hacerlo.

El 26 de febrero de 1993 los rascacielos fueron blanco de un atentado terrorista de un grupo fundametalista islámico relacionado con el millonario saudí Osama Bin Laden, quien desde ese minuto pasó a ser el enemigo número 1 de Estados Unidos.

En esa oportunidad murieron 6 personas y más de mil resultaron heridos.

Gobierno en alerta máxima

Las autoridades declararon una alerta máxima en todo el territorio de Estados Unidos, deteniendo todo el tráfico aéreo, evacuando edificios importantes y reforzando la seguridad en instalaciones estratégicas, después de los ataques contra el Centro Mundial de Comercio y el Pentágono.

Se ordenó la evacuación del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York y de la Torre Sears en Chicago.

La seguridad fue redoblada en Fort Detrick, una instalación del ejército donde se encuentra el principal laboratorio de gérmenes de guerra química, dijo el vocero Charles Dasey.

En California, el gobernador Gray Davis llamó a una reunión de su Consejo de Emergencia. En Los Angeles la policía fue puesta en máxima alerta y fue movilizada la escuadra antiterrorista.

La Adminsitración Federal de Aviación ordenó que todos los aeropuertos del país cancelen los despegues de aviones y mantengan las pistas disponibles para el aterrizaje de aviones que ya estaban en vuelo.

Líderes mundiales en shock

El líder palestino dijo estar choqueado con la serie de atentados que afecta a Estados Unidos durante toda esta jornada.

"Estoy enviando mis condolencias al pueblo de EE.UU., al gobierno de Bush, al pueblo, por este terrible ataque que nos tiene completamente choqueados", dijo Arafat visiblemente conmovido. Agregó además que la organización que lidera no tiene nada que ver con lo ocurrido.

El Papa Juan Pablo II, mediante un comunicado oficial, manifestó que "la solidaridad italiana llena a Estados Unidos, pero también lucha en la primera línea por la libertad y el respeto a la vida. Los autores de estos desastrosos hechos actuaron de forma cobarde y deshumana al asesinar despiadadamente a cientos de personas".

"Italia está de luto. Estos ataques contra los Estados Unidos ofenden completamente a la comunidad internacional. Ellos exigen una lucha sin cuartel contra el terrorismo y nosotros debemos apoyarlos", añadió el Sumo Pontífice.

En tanto el Presidente ruso Vladimir Putin manifestó su apoyo a la población de Estados Unidos "frente a este atentado terrorista, esta terrible tragedia", dijo el Kremlin citando al portavoz Alexei Gromov.

Gromov dijo que Putin fue informado inmediatamente de los ataques con aviones al World Trade Center.

"Estoy horrorizado por las noticias que acabo de escuchar", dijo por su parte el ministro francés de Relaciones Exteriores, Hubert Vedrine.

"Cuando sepamos más sobre esto tendremos que pensar caminos para erradicar las causas del terrorismo alrededor del mundo. Pero primero que todo, debemos luchar contra todas las formas del terrorismo", agregó.

El ministro israelí de Defensa, Binyamin Ben-Eliezer, dijo a la radio israelí de la armada que "esto simplemente es una tragedia. Todo lo que puedo decir es que estoy con la población estadounidense. Es simplemente una cosa terrible", y además ofreció todo el apoyo logístico necesario al gobierno norteamericano.

Por otra parte el Primer Ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, afirmó esta mañana que "los países del mundo deben unirse para pelear" contra el terrorismo, en alusión a los atentados que afectan a Estados Unidos.

"Lamento profundamente la pérdida de vidas, me acompañan en el dolor de entregarle las condolencias a Bush. (El terrorismo) es el nuevo demonio de la sociedad", dijo Blair.

FBI sospecha de Bin Laden

El FBI investiga la hipótesis de que Osama Bin Laden, el terrorista saudita cercano a los talibanes afganos, esté detrás del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York y contra el Pentágono en Washington de este martes.

El lunes se había informado que el millonario saudí está nuevamente en el centro de la atención internacional, tras la noticia de una posible participación suya en el atentado contra Ahmed Shah Massud.

El FBI y numerosos servicios de información occidentales lo consideran como uno de los terroristas más peligrosos del mundo. Estados Unidos lo acusa, entre otras cosas, de los atentados a las embajadas norteamericanas en 1996 en Tanzania y Kenia, que provocaron 224 víctimas y 4.500 heridos.
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