NUEVA YORK.- Cuadrillas de rescate estaban sacando el miércoles cadáveres de entre los humeantes escombros del Centro de Comercio Mundial, destruido ayer por dos aviones comerciales que se estrellaron contra sus torres gemelas tras ser asaltados en pleno vuelo por piratas aéreos.
Se cree que las víctimas fatales ascienden a varios millares.
Transbordadores llevaron multitud de cadáveres a través del río Hudson, rumbo a Nueva Jersey, dijo Stan Eason, vocero de Jersey City. Tres empresas de taxis quitaron asientos de camionetas a fin de ayudar a transportar a los cadáveres al Terminal Militar Oceánico en Bayonne, Nueva Jersey.
Las autoridades no ofrecieron cifras sobre la cantidad de cadáveres transportados.
"Se trata de una matanza inimaginable, devastadora, indescriptible", dijo un bombero, Scott O'Grady. "Decir que parece un frente de guerra y contar sobre los cadáveres que yacen diseminados en el pavimento, y de la sangre y las vigas de acero que bloquean las calles, no comenzaría a describir todo el cuadro. Es horrible".
Nueva York fue el lugar más afectado de un asalto coordinado perpetrado el martes contra el gobiernos y las finanzas estadounidenses, que paralizó a la aviación comercial en todo el país y llevó al Presidente Bush a declarar a los militares en su máximo estado de alerta.
Al amanecer el miércoles, el Pentágono continuaba ardiendo.
Un días antes, mientras miles de empleados llegaban a trabajar a Wall Street, una aeronave secuestrada se estrellaba contra una de las torres gemelas de 110 pisos. Otra se estrelló, 18 minutos después en medio de una explosión masiva.
Un tercer jet chocó contra el Pentágono a las 9:40 de la mañana. Un cuarto avión secuestrado se estrelló a 135 kilómetros al sudeste de Pittsburgh.
Las torres gemelas se desplomaron a las 10:30 de la mañana en medio de aterradoras nubes de humo gris.
Será difícil establecer el balance de muertos por varias semanas. Sólo en las cuatro aerolíneas había 266 personas a bordo y al parecer no había sobrevivientes. Las autoridades calcularon el número de muertos y heridos en el Pentágono en aproximadamente un centenar o más, mientras que algunas versiones noticiosas indicaban que podría ascender a las 800 víctimas.
Un bombero neoyorquino, Rudy Weindler, recorrió la zona por 12 horas en busca de sobrevivientes y halló sólo cuatro, entre ellos a un mujer embarazada sentada en una vereda y a otros tres entre los escombros del complejo.
El alcalde Rudolph Giuliani dijo que los hospitales atendieron a unos 1.100 heridos el martes por la noche.
"Hay tantos otros edificios que han sido destruidos parcialmente y al borde del colapso", dijo Weindler. "Hay todavía muchos incendios sin extinguir".
Cuando se le preguntó cuántos de sus compañeros creía que habían fallecido, el bombero rompió a llorar y no pudo responder.
El comisionado de los bomberos, Thomas Von Essen, calculó que más de 300 bomberos aun no eran hallados. "Muchos de ellos han muerto", agregó.
Asimismo se temía que docenas de policías habían muerto.
El alcalde dijo que la policía había recibido llamadas de teléfonos celulares de personas atrapadas debajo de los escombros.
"Hay gente que sigue viva", destacó. "Trataremos de rescatar la mayor cantidad de personas como sea posible".
