WASHINGTON.- Ninguna de las herramientas de inteligencia en este país recibió advertencia alguna sobre un esfuerzo coordinado para secuestrar cuatro aviones comerciales y estrellarlos casi simultáneamente, confirmaron las autoridades.
Ni las redes de espías e informantes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), ni los diversos agentes contra el terrorismo de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), ni las intervenciones telefónicas y de computadora efectuadas por la Agencia Nacional de Seguridad, ni los satélites militares o aviones de reconocimiento advirtieron sobre la inminencia de los ataques.
"Si hubiéramos tenido una recopilación exitosa de información de inteligencia, hubiéramos evitado" los ataques, dijo el senador republicano Richard Shelby, subdirector de la Comisión de Inteligencia del Senado, que supervisa el presupuesto de la nación en la materia, de al menos 30.000 millones de dólares.
"Nunca va a existir la inteligencia perfecta, pero no podemos permitir este tipo de fallas", dijo.
Hubo advertencias generales sobre posible actividad terrorista, del tipo de las que se presentan con cierta frecuencia. Pero nada de la magnitud de los ataques del martes había sido previsto.
"Esta es una espantosa falla de seguridad e inteligencia", dijo Mike Yardley, un experto en terrorismo y ex oficial del ejército. "En ambas esferas han ocurrido grandes y evidente errores. Deben rodar cabezas".
La complejidad de este tipo de operación debió permitir evitarla, opinó Yardley.
"Coordinar el secuestro de cuatro aviones o más es absolutamente extraordinario", dijo.
La investigación en Estados Unidos se enfocó rápidamente en el exiliado millonario saudí Osama bin Laden, quien estaría en Afganistán, dijeron las autoridades norteamericanas.
Los agentes de inteligencia escucharon una conversación entre dos afiliados a Bin Laden, diciendo que tenían dos blancos en Estados Unidos, dijo el senador Orrin Hatch.
"Deberíamos tener a bin Laden a la defensiva, de modo que estuviera pensando cómo vamos a detenerlo, en lugar de tenerlo planeando estrategias terroristas masivas", dijo Hatch. "Debíamos haber mantenido a Bin Laden a la defensiva. Ello es más que inteligencia, es una operación militar".
John Martin, un ex funcionario del Departamento de Justicia a cargo de casos de espionaje, dijo: "Es una falla de seguridad y de recolección de información sobre inteligencia".
"La recaudación de pistas y la obtención de información serán tan difíciles como la implementación de medidas precautelares que nunca se tomaron", añadió Martin.
Sobre las críticas a las labores de inteligencia, el portavoz de la CIA, Mark Mansfield, dijo que esta agencia "ha trabajado de manera diligente e implacable para tratar de combatir el terrorismo. Nuestros recursos son dedicados a determinar quién fue responsable por estos horrendos ataques y por ello, no es nada útil responder a esas críticas".