NUEVA YORK.- Varios pasajeros de los aviones secuestrados advirtieron por teléfono a sus seres queridos que quizá nunca los volverían a ver. Y luego las comunicaciones se interrumpieron.
Entre sollozos, la azafata CeeCee Lyles llamó a su esposo en Fort Myers, Florida, dijo su tía Mareya Schneider.
"Lo llamó y le hizo saber cuánto lo quería, a él y a los muchachos", dijo Schneider. Se escucharon gritos y luego Lyles dijo: "Hemos sido secuestrados". Seguidamente se hizo el silencio, dijo Schneider. El avión en que volaba Lyles se precipitó a tierra al sur de Pittsburgh.
Momentos antes del choque del avión que volaba hacia San Francisco, el hombre de negocios Thomas Burnett llamó a su esposa y le dijo que el vuelo estaba a punto de caer, pero que él y otros dos pasajeros se proponían hacer algo para impedirlo, según dijo el sacerdote de la familia al diario San Francisco Chronicle.
En la llamada, Burnett, de 38 años y tres hijos, dijo a su esposa que un pasajero ya había sido asesinado a cuchilladas.
Las autoridades no han dicho si el intento de los pasajeros por frustrar el secuestro pudo haber sido la causa de que el aparato cayese a tierra en Pensilvania en lugar de alcanzar algún blanco prominente en otro lugar.
Otro pasajero del avión de United Airlines, Mark Bingham, llamó a su madre Alice Hogan para decirle: "Te llamo desde el avión. Hemos sido secuestrados. Hay tres hombres que dicen tener una bomba".
Otros pasajeros llamaron desde los aparatos que se estrellaron contra el Pentágono y el Centro de Comercio Mundial.
Bárbara Olson, comentarista de la televisión y esposa del funcionario federal Theodore Olson, llamó a su esposo dos veces desde el avión que se estrelló sobre el Pentágono para decirle que los secuestradores utilizaron instrumentos parecidos a cuchillos, dijeron las autoridades sin entrar en detalles.
Una madre de Connecticut recibió una llamada de su hijo Peter Hanson, que viajaba con su esposa y su hija de dos años en uno de los aviones que chocaron con el Centro de Comercio Mundial.
"Todo lo que puedo decir es que murieron juntos", dijo la madre, Eunice Hanson. "Murieron juntos... Ese es mi único consuelo".