WASHINGTON.- Mientras el Pentágono evalúa sus opciones para declarar la guerra contra el terrorismo, el Presidente George W. Bush llamará al servicio activo a 50.000 miembros de la Guardia Nacional y la Reserva, según pudo conocer The Associated Press.
Bush siguió la recomendación presentada el viernes por el Secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, durante una reunión del gabinete en la Casa Blanca.
Bush había planeado anunciar la decisión después de la reunión, pero el anuncio se canceló a última hora.
Dos funcionarios gubernamentales dijeron que el Presidente planeaba seguir adelante con el plan.
Los funcionarios subrayaron que el llamado no era parte de la movilización militar que enfrentará a los terroristas responsables de los atentados del martes.
Rumsfeld desea que las tropas, las más numerosas que hayan sido convocadas desde la Guerra del Golfo Pérsico en 1991, apoyen el patrullaje aéreo sobre Nueva York y Washington y permanezcan alertas en el resto del país.
Las tropas también contribuirían a las labores de custodia y recuperación de las áreas afectadas.
Pilotos reservistas de la Guardia Nacional son necesarios para pilotar jets que se encuentran en alertas de 15 minutos en 26 bases en todo el país, con el objeto de proteger aviones comerciales.
Bush tomó la decisión mientras Estados Unidos estudia sus opciones para una guerra, dijeron altos funcionarios, a tiempo que prometieron eliminar a los terroristas que atacaron Nueva York y Washington, así como los estados y las organizaciones que los respaldan.
Las opciones militares superan con mucho los ataques de años anteriores con cohetes contra posiciones de Afganistán y Sudán, y los ataques aéreos aislados contra puntos de Irak.
En lugar de ello, implican el uso potencialmente prolongado de fuerzas militares en tierra, mar y aire. Las opciones incluyen el emplazamiento encubierto de fuerzas especiales y bombardeos a largo alcance de aviones tripulados, dijeron funcionarios militares y del gobierno, que hablaron con la condición de no ser identificados.
En la descripción más explícita hasta el momento acerca de las intenciones del gobierno de Bush, el vicesecretario de Defensa Paul Wolfowitz dijo el jueves que las medidas de represalia continuarán hasta que se eliminen las raíces del terrorismo.
"Esa gente trata de esconderse, pero no podrán esconderse siempre", dijo Wolfowitz. "Creen estar seguros en sus escondites, pero no estarán seguros siempre. Es preciso decir que no se trata simplemente de capturar a la gente y pedirles cuenta, sino de eliminar los refugios, los sistemas de apoyo, y acabar con los estados que auspician el terrorismo".