NUEVA YORK.- Al grito de "¡U.S.A.! ¡U.S.A.!", los socorristas, cubiertos de lodo pero entusiastas por la visita del presidente George W. Bush, siguieron buscando el viernes afanosamente indicios de vida entre los escombros del destruido Centro de Comercio Mundial en el sur de Nueva York.
"Gracias por vuestra ardua labor, gracias por enorgullecer a la nación", les dijo el presidente por medio de un megáfono.
Bush visitó el escenario del desastre a pie después de observar desde un helicóptero el panorama desolador producido por los ataques terroristas suicidas el martes. Habló a algunos de los trabajadores, estrechó la mano a otros y fue informado sobre la situación por funcionarios de servicios de emergencia.
En su visita, el Mandatario fue acompañado por el alcalde Rudolph Giuliani y otros políticos de Nueva York.
Bush señaló que el viernes era un día de rememoración de los muertos en los ataques.
"América se hinca hoy de rodillas por los que murieron aquí, por los trabajadores que laboraban aquí, por las familias de duelo", dijo.
Pese a los esfuerzos, por segundo día consecutivo no se hallaron sobrevivientes entre las montañas de escombros.
Ocasionalmente, las cuadrillas detenían todo movimiento para escuchar algún ruido --lo que pudiera sugerir un golpeteo o una voz apagada-- que detectara la presencia de algún sobreviviente.
"Cada vez que piden silencio... me hacen orar", dijo el voluntario Richard Coppo. "Significa que hay una posibilidad, una esperanza de encontrar algo".
Pero el silencio reinaba ominoso. Y las cuadrillas siguieron removiendo escombros, 10.425 toneladas hasta el viernes por la tarde.
Más de 4.700 personas siguen desaparecidas. Apenas cinco personas fueron rescatadas con vida de entre las ruinas desde que el martes dos aviones se estrellaron contra cada una de las torres y provocaron su derrumbe catastrófico.
La cifra oficial de muertes confirmadas seguía en 184, mientras el número de heridos --incluyendo los lesionados en las tareas de rescate-- ascendía a 4.700, dijo Giuliani.
Los dos aeropuertos de la ciudad de Nueva York, donde una docena de personas fueron detenidas y luego puestas en libertad, reabrieron el viernes después de un cierre de 18 horas. También reabrió el aeropuerto de Newark, cercano a Nueva York.
La lluvia caía intermitente durante la mañana del viernes.
"La lluvia hizo todo resbaladizo. Pensamos que tal vez asentaría el polvo y facilitaría las cosas, pero en cambio lo removió", dijo Coppo.
Todo el distrito financiero de la sección sur de Manhattan permanece clausurado desde los atentados del martes, pero Wall Street planea reanudar sus operaciones el lunes.
El alcalde también dijo que el transbordador (ferry) que comunica Manhattan con Staten Island, otro de los cinco condados de Nueva York, funcionará también a partir del lunes.
Informes contradictorios y temores de nuevas amenazas terroristas han agravado la ansiedad entre los neoyorquinos.
Giuliani advirtió que los autores de falsas amenazas de bomba serán encarcelados y pidió a los medios de comunicación que verifiquen dos veces antes de transmitir informaciones que causen expectativas o temores infundados.
También advirtió que sujetos no autorizados estaban solicitando donaciones por teléfono, y pidió colaboración para detectarlos y arrestarlos.
Tres días después que secuestradores estrellaron dos aviones de pasajeros contra las torres gemelas, una torrencial lluvia acompañada de truenos y relámpagos cayó desde la 1 de la mañana sobre las ruinas. Sin embargo, los socorristas empapados trabajaron ininterrumpidamente.
La tormenta del viernes se produjo tras unas 24 horas decepcionantes, durante las que no se hallaron sobrevivientes. Versiones de cinco bomberos rescatados tras quedar atrapados en una camioneta todo terreno fueron difundidos por las autoridades y medios de comunicación, incluyendo The Associated Press. Luego se determinó que no era cierto.
La versión correcta es: dos bomberos habían quedado temporalmente atrapados bajo los escombros y luego fueron rescatados.
Los voluntarios, impulsados por la adrenalina y la esperanza de hallar a alguien, fueron evacuados de un averiado edificio de oficinas en las cercanías, cuando los 10 pisos superiores aparentaban estar inestables.
Los socorristas salieron a toda carrera.
Ningún edificio se desplomó. Giuliani dijo que las inspecciones realizadas el jueves determinaron que los edificios en pie están estructuralmente estables.