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Emotiva despedida a capellán de Bomberos de Nueva York

El sacerdote franciscano Mychal F. Judge daba la extremaunción a un bombero cuando la torre sur del World Trade Center se derrumbó, dejándolo gravemente herido. Falleció de un ataque cardíaco.

15 de Septiembre de 2001 | 17:38 | AFP
NUEVA YORK.- En una emotiva ceremonia, unos 2.000 fieles, sacerdotes, gaiteros y bomberos se despidieron el sábado de Mychal F. Judge, un hijo de irlandeses de 68 años, capellán de los bomberos neoyorquinos, que daba la extremaunción a un bombero frente a la torre sur del World Trade Center cuando ésta se derrumbó, convirtiéndolo en uno de los héroes de Nueva York.

Decenas de frailes franciscanos de sandalias y túnicas color chocolate, anudadas a la cintura con una soga, se fundieron en la Iglesia de San Francisco y en la calle con una multitud de policías y bomberos, la mayoría luciendo impecables trajes azul marino, otros con uniformes polvorientos y casco en mano, algunos en sillas de ruedas, otros caminando con muletas, uno en una camilla, con las dos piernas enyesadas.

Y también con centenares de policías, paramédicos y fieles, como la familia Clinton y una docena de mucamas del Hotel South Gate Tower, todas de uniformes grises y delantales blancos, que enjugaban sus lágrimas con pañuelos idénticos, y que recibieron la comunión en la calle.

Nueve bomberos cargaron hasta el altar el féretro de Judge, cubierto con la bandera del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), dentro del cual el sacerdote descansa en su túnica franciscana. Otro bombero, detrás, llevó su casco blanco.

Al ritmo de la música ejecutada por docenas de gaiteros que vestían kilts, avanzaron a lo largo de una columna de bomberos que despidieron a Judge con un saludo militar y muecas de dolor. Los fieles, entretanto, pusieron la mano derecha en su corazón.

"Mi amigo, Mychal Judge, conocía a miles de personas. Era neoyorquino; era de Brooklyn. Era un mellizo. Era simple, era alegre, era amante de la vida; tenía un espíritu verdaderamente franciscano", dijo en la homilía el reverendo Michael Duffy.

"Le encantaba estar donde había acción, donde la gente estaba activa, para así servir a Dios", agregó, y relató cómo Judge subió una vez varios pisos de un edificio por una escalera de bomberos para convencer a un hombre armado, que tenía como rehenes a su mujer y a su bebé, para que se entregara.

Duffy contó que el martes, cuando su amigo sacerdote se enteró de la tragedia, se puso inmediatamente su uniforme y casco de bombero y manejó hasta allí en su auto. En el área se topó con el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, que le dijo: "Mychal, reza por nosotros". "Siempre lo hago", contestó el capellán.

En la calle de enfrente a la torre sur del WTC, Judge daba la extremaunción a un bombero cuando el edificio se derrumbó, y una estructura le golpeó fuertemente, hiriéndolo. Falleció de un ataque cardíaco. Sus pulmones también estaban llenos de humo, dijo a la AFP el sacerdote Brian Jordan.

Su corazón dejó de latir cuando "estaba en la acción, estaba rezando, y estaba ayudando a alguien. ¿Pueden imaginarse una mejor manera de morir?", preguntó Duffy.

"Mychal Judge siempre fue mi amigo y ahora también es mi héroe", agregó.

Acompañada por su esposo, el ex Presidente Bill Clinton, y su hija Chelsea, la senadora Hillary Clinton recordó con emoción "el espíritu, la vida y el amor que el padre Mychal nos dejó, ayudándonos unos a otros, dándonos fuerza en lo que parece difícil de superar".

"Era la persona más auténtica que jamás conocí, era un verdadero ser humano. Siempre estaba disponible", contó Kevin S., al cual Judge ayudó a superar el alcoholismo 15 años atrás.

"Era un hombre maravilloso, fue tan amable con mi esposo en su lecho de muerte", señaló Margaret Maloney, viuda reciente de un capitán del FDNY.

En la división de bomberos Ladder 24, frente a la iglesia, hay un pequeño altar con velas, flores y banderas estadounidenses que recuerda a sus hombres muertos o desaparecidos.

"Bombero Steve Belson, capitán Thomas Farino, bombero Mike Weinberg, bombero Bill Henry (desaparecido), teniente Andy Desperito, padre Mychal Judge", lee una cartelera con fotos familiares, donde se los ve riendo, en cumpleaños y vacaciones.

Varios niños han llevado sus mensajes, que ahora adornan las paredes de la Ladder 24. "Lamento que los edificios se cayeran y los lastimaran", dice María, de 8 años. Kara y Stefan, de la misma edad, dibujaron el WTC bajo una nube de humo, con bomberos utilizando sus mangueras para apagar el fuego. "Esperamos que las torres no se vuelvan a caer. Nos sentimos tan mal por los bomberos. Gracias por salvar a la gente. Son tan valientes. Casi salvaron a todos", anotaron.

Se estima que entre 200 y 300 bomberos están muertos o desaparecidos tras los atentados que derribaron el martes el emblemático WTC, dejando en total más de 5.000 víctimas.
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