KABUL.- Una delegación oficial paquistaní irá el lunes a Afganistán para exigir que el régimen Talibán que gobierna allí entregue al presunto terrorista Osama bin Laden, dijo un alto funcionario.
La decisión fue tomada el domingo, mientras los islámicos radicales encabezaron en todo el país varias protestas contra la iniciativa paquistaní de dar su "apoyo total" a Estados Unidos, que tomaría represalias contra el Talibán por dar refugio a Bin Laden y a su organización Al Qaida.
Los manifestantes quemaron banderas estadounidenses, gritaron consignas en apoyo de bin Laden y el Talibán.
Ante una multitud estimada en 1.000 manifestantes, en el noroeste del país, el líder musulmán Abdul Ahdad advirtió al Gobierno paquistaní que los inconformes podrían luchar del lado de la milicia islámica de Afganistán.
En la capital federal, Islamabad, los manifestantes corearon también consignas contra Estados Unidos.
Entretanto, un alto funcionario que solicitó permanecer anónimo dijo que la delegación paquistaní, que viajará a las oficinas generales del Talibán en la sureña ciudad de Kandahar, le comunicará un ultimátum a la milicia religiosa: o entrega a bin Laden, principal sospechoso de los ataques terroristas en Estados Unidos, o correrá el riesgo de un demoledor ataque de represalia.
Se les dirá a los miembros del Talibán que la comunidad internacional ha sido movilizada para atacar Afganistán si la milicia islámica, que gobierna el 95% del país, se niega a entregar a bin Laden, dijo la fuente. No hubo indicios de que se le fuera a dar un plazo.
Bin Laden, el multimillonario árabe saudita en el exilio, ha sido acusado en Estados Unidos de planear los ataques dinamiteros contra dos embajadas norteamericanas en Africa, en 1998. Ha residido en Afganistán desde 1996.
Los talibán se han negado categóricamente a entregarlo a pesar de haber sido sancionados en dos oportunidades por las Naciones Unidas, lo que privó de fondos a su aerolínea nacional y aisló a sus dirigentes.
El Talibán ha calificado a bin Laden como un huésped. El líder del régimen, mullah Mohammed Omar, ha dicho que la entrega del sospechoso a autoridades no musulmanas equivaldría a traicionar un principio del islam.
Los periódicos en Pakistán recibieron por correo electrónico un mensaje de un hombre que se identificó como bin Laden. El mensaje arremetía contra Estados Unidos, emitía una orden para matar a los norteamericanos y a "sus aliados civiles y militares", calificando esa acción como un deber de todos los musulmanes.
No había forma de probar que el mensaje provino de bin Laden, aunque el Talibán niega que tenga acceso a alguna vía de comunicación con el sospechoso.
En Pakistán, el jefe del Ejército y Presidente, general Pervez Musharraf, se reunía con políticos y clérigos islámicos para recabar apoyo a la promesa de Islamabad de brindarle pleno respaldo a Estados Unidos para una acción de represalia por los ataques terroristas, que podría incluir el despliegue de tropas internacionales en Pakistán. Podría también significar el uso del espacio aéreo paquistaní.
Los gobernantes militares tomaron ya contacto con algunos dirigentes religiosos para que impusieran su influencia con el objeto de que los miembros del Talibán entregaran a bin Laden. Pero se negaron.
"Le dijimos al Gobierno que 'lamentamos mucho pero no podemos hacer eso porque no tenemos ese tipo de influencia sobre los talibán'", dijo Amir-ul Azeem, vocero del partido religioso mejor organizado de Pakistán, el Partido del Islam.