WASHINGTON.- Más de 300 nuevos agentes se incorporarán a la investigación del FBI sobre los atentados contra Nueva York y el Pentágono, ya que no se descarta que colaboradores de los terroristas sigan en Estados Unidos.
El fiscal general de EE.UU., John Ashcroft, anunció hoy ese aumento de los efectivos que ya se ocupan de investigar los atentados terroristas del 11 de septiembre y de si en el país quedan colaboradores de los terroristas que convirtieron en misiles aviones civiles.
Ashcroft, que también propuso reforzar la legislación y las penas contra los terroristas, dijo que "no se descarta que colaboradores de los terroristas del ataque del martes estén todavía en Estados Unidos".
Cuatro aviones fueron secuestrados y estrellados el 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, así como en la zona rural de Shanksville (Pensilvania), causando más de 5.000 desaparecidos.
Ashcroft dijo hoy que el Departamento de Justicia ha ordenado que otros 300 policías federales (''marshalls'') se incorporen a la investigación, que están realizando 4.000 agentes federales y semejante número de empleados de 56 oficinas del FBI.
Además, el Departamento de Transporte y la Oficina de Seguridad en el Transporte, han decidido que numerosos agentes empiecen a volar con aviones comerciales para reforzar su seguridad, tal y como hicieron en la década de los 70 por orden del presidente Richard Nixon ante la oleada de secuestros aéreos.
La investigación sobre los atentados terroristas del pasado martes ha generado más de 47.000 pistas potenciales a utilizar por la Oficina Federal de Investigación (FBI) y otras 7.700 llamadas de teléfono con información que podría servir al caso.
Algunas de esas pistas han servido para identificar a los 19 terroristas que secuestraron los aviones, detener a dos testigos materiales y emitir otras órdenes del mismo tipo contra otros dos sospechosos.
También se ha descubierto que uno de los terroristas que participó en el ataque del pasado martes, Hani Hanjour, asistió a la escuela de aviación de Bowie, en el condado de Prince George (Maryland).
El secuestrador asistió a las clases durante seis meses y, en ese período, sobrevoló Washington con aviones pequeños en varias ocasiones.
Hanjour, según dijo al The Washington Post uno de sus instructores de vuelo, Marcel Bernard, quiso obtener permiso para alquilar un avión en el aeropuerto Freeway, que está en los alrededores de Baltimore (Maryland).
El terrorista, que no proporcionó dirección ni teléfono a la escuela, no consiguió alquilar aparato alguno debido a que sus profesores de Bowie dudaban de sus conocimientos como piloto.
Bernard señaló que Hanjour, que estuvo siempre acompañado por uno de los instructores y que nunca entró en el espacio aéreo restringido por el Pentágono, obtuvo su licencia de piloto en abril de 1999 y que ésta expiró en 6 meses porque no hizo el examen médico.
El FBI siguió su pista hasta otra escuela de vuelo en Scottsdale (Arizona), en donde recibió formación por algunos meses en 1996 y no completó el curso porque los profesores consideraron que no tenía destreza suficiente.
Los agentes también registraron un complejo de apartamentos en Laurel (Maryland) y mostraron a los vecinos fotografías de sospechosos, pues se cree que uno de los secuestradores, Mohamed Atta, pudo haber vivido allí.
En Boston (Massachusetts), la policía federal investiga el paradero de un hombre que entró a la torre de control del aeropuerto internacional de Logan, en donde mostró una licencia de piloto y dijo tener familia en Afganistán.
El suceso ocurrió unas horas después de que otros cuatro hombres, de apariencia árabe, preguntaran a un controlador cómo se accedía allí.
El FBI también está buscando al religioso islámico Moataz Al Hallak, que podría haber vivido en esos apartamentos, y que tras los atentados dejó la costa este para dirigirse a otro lugar de EE.UU., probablemente Texas.
Al Hallak, de 41 años, ya fue interrogado en 1998 cuando colaboradores de Osama bin Laden, el principal sospechoso ahora, atacaron las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania, ocasionando más de 200 muertos y más de 4.000 heridos.
El clérigo, ex imán de la Sociedad Islámica de Arlington (Texas), es amigo de Wadij El-Hage, a quien la justicia estadounidense condenó hace unos meses por participar en esos atentados.
También se registró un apartamento en Nueva Jersey, en el que vivían Ayub Alí Khan y Mohamed Jawid Azmath, los dos sospechosos que fueron detenidos el miércoles en Fort Worth (Texas).
Estos dos hombres estaban en un avión dirigido a San Antonio (Texas) que había sido desviado a St.Louis (Misuri), desde donde viajaron por tren a Fort Worth y cuando fueron detenidos, por identidad falsa, llevaban cortaplumas similares a los que habrían utilizado los secuestrados y 5.000 dólares en efectivo.