WASHINGTON/PESHAWAR.- Las autoridades del régimen afgano talibán decidieron hoy posponer la decisión de entregar al millonario saudí Osama bin Laden, principal sospechoso de haber ordenado los atentados en Estados Unidos, que según últimas cifras oficiales ha dejado más de 5.800 muertos y desaparecidos.
Pese a la presión internacional, la reunión convocada para hoy de los estudiosos del Islam en Afganistán para decidir la suerte del presunto terrorista fue aplazada en un día, según la agencia AIP. El ministro de Educación talibán, mulá Ameer Jan Muttaqi, explicó en Kabul que la mayoría de los 1.000 "ulema", expertos en ley islámica, todavía no llegaron a la capital afgana.
Mientras tanto, la delegación paquistaní que acudió al país vecino para mostrar a los talibán la gravedad de la situación, concluyó hoy sus conversaciones, aunque permanecerá en el país para presenciar la reunión de los "ulema" y hablar con ellos, según un portavoz talibán, quien calificó las conversaciones de "buenas y positivas".
Ante el temor a una represalia estadounidense por los atentados, en los últimos días decenas de miles de afganos han huido sobre todo de las ciudades, con lo que Afganistán se enfrenta nuevamente a un grave problema de refugiados, advirtió hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Las milicias talibán han instalado ahora controles en los caminos hacia la frontera paquistaní, según ACNUR, y todas las personas que no tienen pasaporte son obligadas a dar la vuelta. Ante la frontera con Pakistán, que oficialmente está cerrada, han llegado ya unos 5.000 refugiados. ACNUR está intentando facilitar la entrada de esas personas a Pakistán, además de proporcionarles tiendas de campaña.
El aviso oficial más claro acerca de las posibles acciones militares estadounidenses contra Afganistán fue emitido hoy por el Departamento de Estado norteamericano, que pidió a los ciudadanos estadounidenses que abandonen o no viajen al vecino Pakistán, señalando que su seguridad ya no está garantizada. "Los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos y las posibles respuestas en Afganistán refuerzan la necesidad de que sean cautos los ciudadanos americanos, que viajan a o por Pakistán".
Tras una semana de trabajos y después de rescatarse más de 200 cadáveres de entre los escombros del World Trade Center de Nueva York, la cifra oficial de desaparecidos asciende a más de 5.420, de 62 nacionalidades diferentes. Además, en el Pentágono murieron unas 190 personas, mientras que en el avión que se estrelló en Pittsburgh perdieron la vida 44 personas.
En la posible represalia militar después del ataque terrorista, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cuenta con registrar bajas en sus propias filas. "Habrá pérdidas", dijo desde Viena el comandante de la Alianza Atlántica en Europa, Joseph Ralston. "Esta no es una operación libre de riesgos", agregó, sin decir nada acerca de las acciones concretas que Washington pretende poner en práctica.
El gobierno estadounidense está llevando a cabo conversaciones para constituir junto con sus aliados una coalición contra el terrorismo. El Presidente francés, Jacques Chirac, viajó hoy a Washington para reunirse con el Mandatario estadounidense, George W. Bush. Se espera asímismo que el primer ministro británico, Tony Blair, sea recibido por Bush dentro de dos días. Por su parte, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, llegará mañana a los Estados Unidos.
Los ministros de Justicia y de Interior de la Unión Europea (UE) pretenden debatir el próximo jueves en Bruselas sobre el terrorismo, en una reunión convocada de urgencia, y un día después, los jefes de Estado y de gobierno de los Quince discutirán sobre el mismo tema.
