WASHINGTON.- Productos que van desde máscaras antigases a purificadores de agua, radios a energía solar y raciones de comida constituyen el "kit del Apocalipsis" que los norteamericanos se empeñan en adquirir tras la paranoia desatada tras los ataques terroristas en Nueva York y Washington.
Después de los atentados del 11 de septiembre los negocios que venden máscaras antigases agotaron rápidamente sus reservas.
También se venden productos de emergencia como purificadores de agua, generadores de corriente y raciones de comida de poco tamaño pero alto valor calórico.
Las máscaras antigases son el producto más pedido, dicen los comerciantes.
"Vendimos más de 20.000 en tres días. Agotamos todas las provisiones y no logramos nuevas máscaras: todos las quieren", afirmó Pamela Pembroke, dirigente de una compañía que abastece de equipamiento de emergencia.
En el negocio "Major Surplus and Survival" en la ciudad de Gardena (California) las máscaras se evaporaron en pocas horas de los escaparates. Una pareja compró las últimas seis que quedaban.
Vendidas normalmente a 15 dólares, las máscaras antigases se ofrecen ahora en el sitio Internet e-Bay a 150 dólares.
"Es un fenómeno destinado a influenciar de modo permanente nuestra actividad", afirmó Harry Weydant, propietario de una empresa que vende on-line equipamiento de emergencia.
Particularmente frenética es la adquisición de las máscaras en Nueva York. En el negocio Counter Spy Shop el teléfono llama ininterrumpidamente. Todos quieren lo mismo, pero las máscaras se acabaron hace tiempo.
Los expertos explicaron en televisión que las máscaras antigases pueden ofrecer una protección mínima, cercana a cero, después de eventuales ataques químicos o biológicos.
Esto, sin embargo, no detuvo las compras. Los norteamericanos tienen pánico y todo lo que puede ofrecerles un mínimo de seguridad es adquirido casi con desesperación.
