TOKIO.- Escoltado por varios buques japoneses de guerra, el portaaviones estadounidense Kitty Hawk zarpó el viernes de su base cerca de Tokio, como un preparativo para un eventual ataque estadounidense contra Afganistán.
El Kitty Hawk fue escoltado también por otros cuatro barcos de la Armada estadounidense, incluido el destructor Cushing y el Curtis Wilburn, contra misiles guiados, dijo el comandante Matthew Brown, portavoz de la séptima flota.
Oficiales norteamericanos declinaron emitir comentarios sobre los desplazamientos, pero se cree que los barcos se dirigen hacia el Océano Indico, en anticipación a las represalias de Washington contra la red de Osama bin Laden, considerado como el principal sospechoso de los ataques del 11 de setiembre en Nueva York, Washington y Pensilvania.
Un reducido grupo de espectadores observó la partida del Kitty Hawk, desde algunos puntos elevados alrededor del perímetro de la base, patrullada por embarcaciones de la Guardia Costera japonesa.
Una flota de helicópteros sobrevoló la zona y unos 30 estudiantes japoneses corearon consignas en contra de Estados Unidos, exigiendo que "detenga esta guerra de agresión contra Afganistán".
La operación ocupó la primera plana de los principales periódicos japoneses.
La convocatoria del presidente norteamericano George W. Bush para enfrentar el terrorismo ha obtenido un respaldo amplio de los líderes japoneses. El primer ministro Junichiro Koizumi anunció que dará su apoyo total a Washington, y dejó abierta la posibilidad de revisar las leyes japonesas para incrementar su cooperación militar.
James Lyons hijo, un almirante retirado de la Armada estadounidense y ex comandante de la flota en el Pacífico, dijo a la prensa que la resolución de Japón para ayudar es "más que simbólica". Un rubro en el que Tokio podría ofrecer recursos significativos es en la inteligencia, dijo el oficial retirado.