WASHINGTON.- El Gobierno de Estados Unidos prepara un informe en el que detallará las pruebas que vinculan a Osama bin Laden con los atentados terroristas de Nueva York y Washington, y con las que justifica las acciones en contra de la red creada por el millonario saudí.
"Hay mucha información clasificada que apunta hacia una persona y hacia una organización terrorista global", reiteró hoy el Presidente George W. Bush, al anunciar su decisión de congelar en EE.UU. todas las cuentas bancarias relacionadas con 27 personas y organizaciones sospechosas de terrorismo.
Entre ellos está el disidente saudí Osama bin Laden, el primer sospechoso de los atentados del 11 de septiembre y ya acusado por EE.UU. en 1998 de terrorismo, y su organización Al Qaida (La Base).
El secretario de Estado, Colin Powell, se refirió hoy a que sobre Bin Laden ya pesan acusaciones de terrorismo por su participación en los ataques contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en agosto de 1998.
Informó de que a medida que EE.UU. recoge información en todo el mundo, "también nos llega más información sobre sus actividades (Bin Laden) y las de su red".
"La mayor parte es información clasificada", afirmó Powell, que también señaló que al revisar esas pruebas también surgen "áreas desclasificadas que nos permitirán compartir su contenido con el público y así lo haremos".
El jefe de la diplomacia estadounidense afirmó que "no hay duda alguna de que esa red, con ese caballero al frente -si es que se puede llamar así a un terrorista y aunque sólo sea por motivos ilustrativos-, de que ese tipo, como presidente de su corporación de terrorismo, es el responsable" de los atentados.
EE.UU. está formando una coalición internacional para luchar contra el terrorismo y aunque ha obtenido una respuesta favorable de la mayor parte de los países, buena parte de ellos y en especial los del Golfo Pérsico, quieren también ver pruebas de que efectivamente ha sido Bin Laden el autor de unos atentados que han costado la vida a más de 6.000 personas de 80 países.
Afganistán, el país controlado por la milicia religiosa islámica Talibán y protector de Bin Laden, ha pedido a Estados Unidos pruebas de que su "invitado" participó en ese ataque.
Algunos países árabes moderados, aunque han condenado el ataque y están dispuestos a cooperar con EE.UU. contra el terrorismo internacional, han pedido a Washington que antes de emprender una acción militar se aseguren de que el culpable es el saudí.
Powell subrayó que EE.UU. "va detrás de Al Qaida, detrás del terrorismo. Esto es una indicación de que vamos a utilizar todos los elementos de nuestro poder nacional e internacional para lograrlo".
La primera parte de la guerra de EE.UU. contra el terrorismo es acabar con su infraestructura financiera, y para ello Washington decidió congelar las cuentas bancarias de esos 27 individuos y organizaciones vinculadas al terrorismo, acompañada de una petición de cooperación de las entidades bancarias de todo el mundo.
Bush señaló que las instituciones financieras que no cooperen en identificar las cuentas de Bin Laden y sus secuaces, no podrán operar en este país.
EE.UU. presentará esa iniciativa a Naciones Unidas y va a tratar de que se vea respaldada con resoluciones de ese organismo multinacional.
Los investigadores, por su parte, siguen adelante con sus pesquisas para sacar a la luz las conexiones de Bin Laden y su grupo con el atentado y con otros individuos presentes en EEUU que podrían cometer nuevos ataques.
En Dallas (Texas), el FBI detuvo a un palestino, Ghasan Dahduli, cuyo nombre aparecía en una agenda de direcciones de un antiguo secretario de Bin Laden, y que ahora tendrá que presentarse ante un tribunal de inmigración que decidirá sobre su deportación, ya que su visado para trabajar era falso.