GAZA.- Seis palestinos fueron muertos y más de 125 resultaron heridos este sábado por disparos israelíes durante manifestaciones llamando a la prosecución de la Intifada, tres días después de un acuerdo israelo-palestinos sobre una consolidación de la tregua.
Manifestaciones que agrupaban por lugares, como en Naplusa, a millares de personas, tuvieron lugar a través de los territorios palestinos para llamar a la continuación de la Intifada, el día siguiente del primer aniversario del levantamiento, que estuvo marcado por violentos disturbios que provocaron seis muertos palestinos y más de 125 heridos.
Los manifestantes palestinos, la mayor parte adolescentes, respondían a una llamada de las Fuerzas nacionales e islámicas, una coalición de 13 movimientos, entre ellos el Fatah de Arafat y el Hamas integrista, para afirmar su apoyo a la continuación de la Intifada. Por otra parte, un obus de mortero fue disparado en la noche de viernes a sábado, por primera vez desde el comienzo de la Intifada, hacia una colonia israelí en Cisjordania.
Hasta ahora, los disparos había tenido lugar únicamente a partir de la franja de Gaza, a excepción de algunos obuses dirigidos al barrio de colonización judío de Gilo, en el sector oriental de Jerusalén, anexado por Israel desde 1967.
Israelíes y palestinos eludieron mutuamente la responsabilidad de las violencias que se comprometieron a cesar tras el encuentro el pasado miércoles del presidente palestino Yasser Arafat y del jefe de la diplomacia israelí, Shimon Peres.
El Primer ministro israelí, Ariel Sharon, convocó para este sábado por la noche en Tel Aviv una reunión del gabinete de seguridad, habilitado para tomar decisiones en materia de seguridad.
Altos responsables israelíes, citados por la radio pública, se elevaron contra la Autoridad palestina por haber rechazado detener a los activistas palestinos acusados de "terroriso", tal y como se comprometió, según ellos, durante el encuentro Arafat-Peres.
Esta petición fue restransmitida a los palestinos el viernes durante la reunión de la alta comisión de seguridad conjunta, cuya creación fue anunciada el pasado miércoles, según el ministerio israelí de Defensa.
"Acusamos a Israel y al gobierno isarelí de violar el alto el fuego", declaró por su parte Nabil Abu Rudeina, principal consejero de Arafat. El viernes fueron decididas las primeras medidas encaminadas a "restablecer la confianza" entre las dos partes durante la reunión de la alta comisión de seguridad.
Estas medidas comprenden especialmente la reapertura a partir del domingo del puesto fronterizo de Rafah entre la franja de Gaza y Egipto, y un alivio del bloqueo israelí destinado a facilitar la circulación entre las grandes ciudades palestinas. Con estos decesos asciende a 837 el número de personas muertas desde el comienzo de la Intifada hace un año, de las que 645 son palestinos y 169 isarelíes.
