COPAN RUINAS, Honduras.- Un plan, escalonado en diez años, para conservar y estudiar las joyas arqueológicas del parque maya de Copán Ruinas, fue anunciado hoy, sábado, por las autoridades de Honduras y organismos internacionales de investigación.
El plan se encamina, principalmente, a garantizar el buen estado de los monumentos y a fomentar la investigación arqueológica, etnográfica y de manifestaciones culturales en Copán, y se ejecutará en el período 2001-10, explicó a EFE la gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Olga Joya.
El proyecto del plan de gestión está coordinado por el IHAH y la Wildlife Conservation Society, de Estados Unidos, y fue presentado ante medio centenar de científicos en la última jornada de la II Reunión de Expertos en Conservación, que se inició el viernes y terminó hoy en Copán Ruinas, a unos 408 kilómetros de Tegucigalpa.
Según el documento, se ejecutará un programa de gestión de recursos culturales, que incluirá la investigación arqueológica, la restauración y conservación de rasgos arqueológicos, el manejo de colecciones y registro de bienes, y los estudios etnográficos y de manifestaciones culturales.
Otro programa impulsará la gestión, investigación y vigilancia de los recursos naturales, en el que se llevará a cabo un inventario de flora y fauna en el parque arqueológico y zonas aledañas.
El plan también contribuirá al desarrollo del parque maya como centro turístico y cultural, mediante la mejora de sus condiciones físicas, infraestructura, servicios, incorporación de la comunidad y diversas actividades para una mejor difusión de los conocimientos que alcanzó aquella sociedad precolombina.
Copán Ruinas y las Islas de la Bahía, estas últimas situadas en el Caribe, son los principales polos turísticos de Honduras; el parque arqueológico recibió unos 95.000 visitantes el año pasado, la cifra más baja desde 1997, cuando fueron 107.555, según los registros del IHAH.
Se ha informado a los científicos durante la reunión en Copán Ruinas de los avances en varios proyectos de conservación ejecutados en los últimos dos años y medio, entre los que destacan los trabajos para mitigar los daños que las lluvias y el río Copán, que pasa a orillas del parque, causaron en 1998 durante el azote del huracán Mitch.
Varias estructuras fueron debilitadas y algunas zonas de la red de túneles de investigación se derrumbaron en esa ocasión, y en 1999 un aguacero de 13 horas hizo derrumbarse un sector de la Acrópolis, pero no dañó ningún monumento, explicó el arqueólogo japonés Seiichi Nakamura.
Los daños más graves se superaron en seis meses de trabajo, dijo Nakamura, director del Programa Integral de Conservación del Parque Arqueológico de Copán, financiado por Japón, y añadió que actualmente se ejecutan tareas de drenaje, construcción de muros de contención, consolidación de túneles y otras, que ayudarán a mitigar nuevos daños.
La Escalinata de los Jeroglíficos, uno de los monumentos más importantes de Copán Ruinas, es objeto de un proyecto de conservación desarrollado por el Instituto Getty de Conservación y el Museo Peabody, ambos de Estados Unidos, y el IHAH.
La Escalinata sufre un grave deterioro por la acción de la micro-flora, el clima, elementos químicos, hongos y otros factores que han dañado entre el 15 y el 20 por ciento de su estructura, según la arqueóloga Bárbara Fash, del Museo Peabody, quien ha desarrollado investigaciones durante 23 años en Copán Ruinas.
Fash presentó una propuesta, que generó mucho debate entre los científicos, para elaborar una réplica de resguardo de la Escalinata, la cual se exhibiría en el Museo Arqueológico situado en el parque maya.
La Escalinata de los Jeroglíficos contiene el texto más extenso del mundo precolombino con sus 2.100 glifos, 1.100 bloques grabados, 52 escalones y poco más de 12 metros de altura, y narra diversos acontecimientos de la sociedad maya de Copán, que tuvo su auge entre los años 400 y 900 después de Cristo
Medio centenar de expertos en conservación de Centroamérica, Estados Unidos, México, Inglaterra, Japón y España asistieron a la reunión celebrada en Copán Ruinas, que en 1980 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).