MANCHESTER, Estados Unidos.- Seis pasajeros murieron este miércoles cuando un autobús de la empresa "Greyhound" se estrelló en una carretera del estado norteamericano de Tennessee, después que un individuo le cortó la garganta al conductor, según dijeron algunos de los testigos.
El incidente, ocurrido apenas tres semanas después de los atentados en Nueva York y Washington, ocasionó la suspensión de los servicios de la empresa "Greyhound" durante varias horas en todo el país, que aún continúa estremecido por los atentados del 11 de septiembre.
"Greyhound", que bajó el número de muertos a seis, de los 10 que se había informado previamente, suspendió su servicio de autobuses en todo el país como medida de precaución, pero posteriormente anunció que el servicio era seguro y reanudó sus operaciones.
La compañía transporta alrededor de 25 millones de pasajeros al año y es el único servicio de autobuses a nivel nacional. Tanto el Departamento de Justicia como el Departamento de Transporte de Estados Unidos dijeron que en principio nada indicaba que el incidente estuviera relacionado con los atentados en Nueva York y Washington.
Un médico que atendió al conductor del autobús por las heridas en el cuello declaró que el conductor le dijo que el atacante había hecho varias preguntas sobre la ruta del autobús y que luego repentinamente lo atacó con una navaja de afeitar o una cortadora de cartón.
Justamente se cree que las cortadoras de cartón fueron las armas usadas por los secuestradores en los atentados del 11 de septiembre.
El hombre, a quien el conductor describió como angloparlante con acento extranjero, se apoderó del volante y viró el autobús, que se volcó en la carretera, dijo el doctor Ralph Bard del Hospital Manchester.
El conductor logró salir del autobús y se encontraba en buen estado. El médico citó al conductor diciendo que "el sospechoso nunca actuó de forma amenazante hasta el ataque", tras abordar el autobús en Louisville, Kentucky.
Una mujer que se encontraba sentada en el asiento delantero dijo a un canal de televisión local que el atacante, de poco más de 30 años, había actuado de forma extraña y que le preguntó varias veces la hora.
La mujer contó que el hombre le pidió que le cediera su asiento pero ella se negó. El atacante se encontraba entre los muertos y el médico forense local dijo que portaba un pasaporte croata. La información fue confirmada por un funcionario del Departamento de Estado.