ROMA.- Las autoridades italianas intensificaron este miércoles las medidas de seguridad en torno a posibles blancos de atentados, después de que Washington advirtió que símbolos del capitalismo estadounidense podrían ser atacados este mes, según dijo el ministerio italiano del Interior.
"Todos los posibles blancos, incluyendo los estadounidenses, han estado bajo estrictas medidas de seguridad desde la tarde del 11 de septiembre", dijo en un comunicado el ministro del Interior de Italia, Claudio Scajola.
"Estamos manteniendo la vigilancia en blancos que pudieran atraer la atención de 'mentes enfermas'", dijo.
El Departamento de Estado norteamericano advirtió el martes que tenía información de que "símbolos del capitalismo estadounidense" en Italia serían blanco de ataques en octubre. No obstante, Scajola dijo que dejarse vencer por el miedo sería satisfacer a los responsables de los ataques que destruyeron el World Trade Center, en Nueva York, y causaron graves daños en el Pentágono, cerca de Washington, el 11 de septiembre, dejando casi 6.000 muertos o desaparecidos.
La policía mantiene guardia día y noche en las afueras de la opulenta embajada de Estados Unidos en la Vía Veneto, en Roma.
Alfredo Mantovano, un funcionario de alta jerarquía a cargo de la seguridad pública, dijo que las autoridades están tomando todas las medidas necesarias. "No podemos montar guardia frente a todos los blancos potenciales o frente a cada persona, pero debemos mantener nuestros ojos abiertos para detectar cualquier cosa poco usual", dijo a Reuters Mantovano.
La vigilancia permanente está concentrada en negocios, centros económicos y culturales, así como en templos, aeropuertos, puertos y estaciones ferroviarias.
Los ministerios de Justicia e Interior han dicho que están estudiando la posibilidad de crear una organización nacional antiterrorista. "Si el terrorismo tiene una dimensión internacional, entonces es apropiado que tengamos una estructura europea coordinada e inicialmente una nacional", dijo Mantovano.
Sin embargo, mientras se estrecha el cinturón de seguridad dentro y alrededor de las ciudades italianas, entre ellas Roma, Florencia y Venecia, los turistas se están manteniendo alejados.
Grupos del sector turístico dijeron que temen que 12.000 empleos en una de las industrias más prósperas de Italia, que aporta aproximadamente seis por ciento del Producto Interno Bruto del país, podrían estar en peligro.
