BRASILIA.- El ministro brasileño de Justicia, José Gregori, confirmó hoy el rechazo del Comité Nacional de Refugiados de Brasil al pedido de refugio en este país del ex general paraguayo Lino Oviedo, informaron a EFE fuentes oficiales.
Gregori, como la citada entidad, consideró improcedentes los argumentos presentados por los abogados de Oviedo.
La defensa de ex general golpista justificó el pedido para concederle el estatus de refugiado político porque "él teme a morir si regresa a Paraguay".
La confirmación de la negativa permitirá al Supremo Tribunal Federal (STF), instancia máxima de la Justicia brasileña, reanudar el estudio de la extradición de Oviedo solicitada por el Gobierno de Paraguay.
El pronunciamiento del STF estaba congelado desde junio pasado, cuando los abogados de Oviedo presentaron el recurso.
Según la legislación de Brasil, mientras el Ministerio de Justicia no manifieste su concepto sobre tal pedido, el proceso de extradición queda suspendido en el Supremo Tribunal Federal.
"Mañana (jueves) hablaré con mi cliente sobre la decisión del Gobierno y él decidirá lo que haremos", dijo hoy a EFE Walter Costa Porto, uno de los abogados de Oviedo.
El ex general fue detenido hace un año y medio por las autoridades brasileñas en Foz do Iguazú, ciudad fronteriza con Paraguay y Argentina.
Oviedo fue condenado en ausencia por la justicia paraguaya a diez años de prisión por su participación en una frustrada intentona golpista.
También se le imputa participación en el asesinato del ex vicepresidente Luis María Argaña y en la muerte de varios manifestantes en Asunción.
El ex militar fue trasladado en julio pasado del cuartel de la policía militar en Brasilia, donde fue confinado desde su arresto, a la residencia de parientes que viven en esta capital.
Su domicilio, en el barrio Lago Sul, es cercano al del exiliado ex Presidente paraguayo Alfredo Stroessner, en cuya defenestración participó Oviedo.
Además de la reanudación del caso en el Supremo Tribunal Federal, Oviedo también tendrá de enfrentar otro proceso encaminado por el procurador general de Brasil, Geraldo Brindeiro, que pide el fin de su arresto domiciliario y su retorno a la celda del cuartel en que estaba.
