WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, advirtió, durante su habitual discurso radiofónico de los sábados, que se les está acabando el tiempo a los talibán.
"Se les ha dado a los talibán la oportunidad de entregar a todos los terroristas que hay en Afganistán y de cerrar sus campos y operaciones. Se les ha dado plena advertencia y el tiempo se está acabando", enfatizó Bush.
Estados Unidos "hará pagar caro" a los terroristas y a los países que los amparan, comentó, tras reiterar que el "enemigo no es el mundo árabe".
"Estados Unidos está decidido a enfrentarse a los países que patrocinan el terror, pero estamos igualmente decididos a respetar y ayudar al pueblo oprimido por esos regímenes", afirmó Bush.
En un intento de apaciguar a la comunidad musulmana en Estados Unidos, víctima de más de 600 ataques físicos y verbales a raíz de los atentados del 11 de septiembre, Bush reiteró que "nuestro enemigo no es el Islam, una fe buena y amante de la paz".
El presidente estadounidense reiteró su condena al régimen talibán de Afganistán, que "promueve el terror dentro y fuera de sus fronteras".
El Gobierno de EE.UU. ha amenazado con tomar represalias militares contra Afganistán, donde se encuentra refugiado el millonario extremista de origen saudí, Osama bin Laden, considerado como el principal sospechoso de los atentados en Nueva York y Washington.
Bush subrayó el compromiso de EE.UU. de ayudar al pueblo afgano al recordar que esta semana ordenó el envío de 320 millones de dólares "a los de dentro de Afganistán y a quienes han huido cruzando fronteras".
Esa ayuda humanitaria incluye alimentos, semillas, vacunas y medicinas, que se distribuirán a la población antes de la llegada del invierno, mediante lanzamientos aéreos o por transporte en camiones o en animales de carga.
Con su discurso, Bush delineó las acciones de EE.UU. en los terrenos diplomático, militar y humanitario para lograr la entrega de Bin Laden.
Estados Unidos "ofrece su ayuda y amistad al pueblo afgano y es el régimen talibán, y los terroristas que ampara, los que deben temer miedo", precisó el mandatario estadounidense.
Bush, quien hoy se encuentra en la residencia oficial de descanso en Camp David (Maryland), instó al Congreso a que, a largo plazo, proporcione fondos para la reconstrucción y el desarrollo de la convulsionada nación.