WASHINGTON.- La Casa Blanca rechazó hoy la oferta del régimen de Kabul de liberar a ocho cooperantes extranjeros, entre ellos dos estadounidenses, a cambio de que EE.UU. desista de sus amenazas de emprender una ataque contra Afganistán.
Los cooperantes, entre los que hay también dos australianos y cuatro alemanes, fueron detenidos en agosto pasado por el régimen talibán acusados de propagar el cristianismo en Afganistán.
Un funcionario de la Casa Blanca rechazó tajantemente la oferta talibán tras señalar que "es tiempo de acciones y no de palabras".
Asimismo, señaló que el régimen talibán debe entregar a la justicia al integrista musulmán de origen saudí Osama Bin Laden.
El dirigente de la organización terrorista Al Qaeda ha sido acusado por EE.UU. de ser el responsable de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre.
Hasta ahora, el Gobierno de Afganistán se ha negado a entregar a Bin Laden y a desmantelar sus campos de entrenamiento, como ha exigido Estados Unidos.
"No vamos a negociar con estas exigencias", subrayó el funcionario.
Durante su discurso radiofónico de los sábados, el presidente George W. Bush advirtió nuevamente a los talibán, que "promueven el terror dentro y fuera de sus fronteras", de que tienen los días contados.
"Se le ha dado a los talibán la oportunidad de entregar a todos los terroristas que hay en Afganistán y de cerrar sus campos y operaciones. Se les ha dado plena advertencia y el tiempo se está acabando", afirmó el presidente Bush.
Las autoridades estadounidenses desconocen el paradero de otros 16 trabajadores afganos de la agencia humanitaria "Shelter Now International", cuya sede se encuentra en Alemania.
Según la interpretación del régimen talibán, los cargos que afrontan esos trabajadores humanitarios podrían acarrear la pena de muerte, aunque el líder del movimiento, el mulá Mohamed Omar, tendría la última palabra.
