WASHINGTON/KABUL.- Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron el domingo una primera oleada de ataques aéreos contra Afganistán y el Presidente George W. Bush dijo que la represalia preludiaba una campaña "sostenida, global e inflexible" contra el terrorismo.
Mapa de la zona de conflicto
Aeronaves estadounidenses atacaron Kabul a las 16:27 GTM (12:27 en Chile) y otras ciudades afganas el domingo por la noche, arrojando al menos cuatro bombas o misiles en la capital, en las inmediaciones del Ministerio de Defensa, dijeron testigos.
"Yo pude oir las aeronaves y luego se escucharon al menos cuatro explosiones de gran magnitud", dijo en Kabul el corresponsal de Reuters, Sayed Salahuddin. "Se está alzando un penacho de humo negro, parece muy grande".
En un breve
mensaje televisado a la nación desde la Casa Blanca, Bush dijo que las incursiones tienen como objetivo instalaciones militares del movimiento Talibán gobernante en Afganistán y campamentos guerrilleros de la red Al Qaeda, liderada por Osama Bin Laden, a quien Estados Unidos considera el principal responsable de organizar los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
En su
mensaje, el Primer Ministro Tony Blair dijo que fuerzas británicas también participaron en el ataque.
El embajador del Talibán en Pakistán, mullah Abdul Salam Zaeef, dijo a la agencia Reuters que había escuchado por teléfono desde la sureña ciudad de Kandahar, sede principal del movimiento, que estaba bajo ataque.
La CNN dijo que una importante base de comando en el aeropuerto de Kandahar, reducto del líder del Talibán, mullah Mohammad Omar y el principal protector de Bin Laden, había sido destruida, informó la CNN.
La cadena televisiva dijo además que los residentes estaban huyendo de Kandahar y agregó que Jalalabad, en el este afgano, también había sido atacada.
Estados Unidos ha exigido al Talibán que entregue a Bin Laden y ha amenazado con atacar el país centroasiático desde los ataques del 11 de septiembre, que dejaron unos 5.600 muertos.
Testigos dijeron que escucharon destellos y estruendos de las explosiones sobre la capital afgana, en la primera fase de lo que Estados Unidos ha dicho que será una guerra extensa y prolongada contra el terrorismo y los estados que lo auspician.
El ataque de represalia comenzó a prepararse desde los atentados suicidas del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York y el Pentágono, en Washington.
En su mensaje, Bush dijo que los ataques contra Afganistán se habían programado cuidadosamente para hacer blanco nada más a instalaciones militares y que Estados Unidos también estaría lanzando desde aviones asistencia alimentaria para los necesitados de Afganistán, a fin de demostrarles que la guerra no es en su contra.
Explosiones y sonidos de baterías aéreas
El ataque, en el que fueron utilizados misiles lanzados desde aviones y barcos, se inició en las inmediaciones de la capital afgana, Kabul, donde poco después de que anocheciera se oyeron varias explosiones seguidas por el sonido de baterías antiaéreas, indicó la agencia Afghan Islamic Press con sede en Islamabad.
Tras este primer ataque, que afectó a instalaciones militares de los talibán, régimen integrista que controla el país, la capital sufrió un corte en el suministro eléctrico.
De forma simultánea, las fuerzas aliadas también atacaron Kandahar, segunda ciudad en importancia del país y donde tiene su residencia el máximo líder de los talibán, el mulá Mohamed Omar.
El ataque causó importantes daños en el aeropuerto de esta ciudad (la torre de control quedó prácticamente destruida) y en instalaciones de la milicia talibán, mientras la ciudad sufrió un corte del suministro eléctrico que se prolongó por espacio de dos horas, según las fuentes.
Jalalabad, al este de la capital, y Herat, ciudad del noroeste próxima a la frontera con Irán, fueron también blanco de este primer ataque, según indicaron diversos medios.
Fuentes de la Alianza del Norte, coalición de partidos opositores a los talibán, informaron igualmente de que las tropas aliadas atacaron otros puntos del país que incluyeron las ciudades de Mazar i Sharif, Farah y Kunduz, cercanas a la frontera con Tayikistán.
Posteriormente, se informó de un segundo ataque contra Kabul y contra otros lugares de Afganistán, mientras en numerosas ciudades se imponía el toque de queda.
La falta de noticias procedentes de Afganistán ha dificultado, no obstante, la evaluación de los daños reales causados por estos ataques en las instalaciones militares del país, principal objetivo de esta ofensiva, y la posible existencia de víctimas.
El embajador de Afganistán en Islamabad, Salam Zaef, informó en la capital paquistaní que el mulá Mohamed Omar, máximo líder de los talibán, y el disidente saudí Osama Bin Laden, habían sobrevivido a los ataques.
Alianza del Norte aprovecha ataque
Por otra parte, la Alianza del Norte, que mantiene varios frentes de lucha con los talibán, aprovechó la ofensiva de Estados Unidos y el Reino Unido para redoblar sus ataques en el norte del país y en las inmediaciones de Bagram, cerca de la capital.
Fuentes de la coalición opositora, que en los últimos días ganaron territorio en la ofensiva que mantienen contra los talibán, anunciaron además hoy que reforzarán sus ataques en las próximas horas para conseguir llegar a Kabul.