LONDRES.- El Primer Ministro británico, Tony Blair, confirmó hoy que submarinos del Reino Unido participan en los ataques lanzados por Estados Unidos y este país contra objetivos en Afganistán.
Blair, en un mensaje a la nación leído desde su residencia oficial Downing Street, confirmó que Estados Unidos había solicitado el pasado miércoles, el uso de estos submarinos capacitados para lanzar misiles, al parecer del tipo Tomahawk.
Estados Unidos solicitó también el uso de material de reconocimiento militar y de la base británica en la isla de Diego García en el Océano Indico.
En su intervención, Blair calificó el comienzo de los ataques contra Afganistán hoy como "un momento de la más extrema gravedad".
Blair explicó que su país era un país "pacífico" pero -añadió- que "a veces, para salvar la paz hay que luchar, esto es algo que el Reino Unido ha aprendido a través de la historia".
Según el jefe de Gobierno británico, la operación "no es una guerra contra el Islam, que se trata de una religión pacífica y tolerante" sino contra la amenaza terrorista del régimen talibán de Afganistán.
Blair explicó que los ataques contra Estados Unidos del pasado 11 de septiembre representaron "el peor ataque terrorista del que han sido víctima los ciudadanos del Reino Unido" y que, aún en el caso de que en aquel atentado no hubieran muerto británicos, "estaríamos en el pleno derecho de atacar".
En su discurso, el mandatario británico detalló que la ofensiva contra los talibán se centraba en tres frentes: militar, diplomático y humanitario, e insistió en el compromiso del Reino Unido de apoyo a la población civil de Afganistán.
Blair ha prestado pleno apoyo a la campaña estadounidense para combatir el terrorismo internacional.
El Jefe de Gobierno británico regresó al Reino Unido el sábado después de una gira diplomática que le llevó por Rusia, Pakistán y la India para buscar apoyo internacional para combatir el terrorismo internacional.
El comienzo de las operaciones militares coincide con las confusas informaciones sobre la liberación de la periodista británica Yvonne Ridley, detenida en Afganistán el pasado 28 de septiembre por entrar ilegalmente en ese país.
Según informaciones procedentes de Pakistán, Ridley, de 43 años, corresponsal del dominical "Sunday Express", puede ser entregada mañana lunes por el régimen del talibán a los representantes del Alto Comisionado del Reino Unido en Islamabad.