WASHINGTON.- La oleada de ataques aéreos sobre Afganistán con bombarderos y misiles crucero proseguirán durante al menos cinco horas más, informaron fuentes del Pentágono.
La segunda oleada de ataques con misiles de crucero sobre Kandahar, principal reducto de los talibán, fue mucho más intensa que la primera, según informaciones de la cadena de televisión CNN.
En los ataques participan los bombarderos de largo alcance B-2 que volaron desde una base en el estado de Misuri y los bombarderos B-52 y B-1 estacionados en la isla británica de Diego Garcia en el Oceáno Indico.
Un corresponsal de la cadena en el este de Afganistán confirmó que la ciudad de Kandahar era objeto de una nueva oleada "más intensa" que la primera, que también afectó a la capital, Kabul.
Los misiles de crucero, que pueden ser lanzados desde aviones, buques de superficie y submarinos, han sido el primer arma utilizada en la acción militar de castigo contra el régimen de los talibán por amparar a la red terrorista del saudí Osama Bin Laden.
Las dos primeras oleadas de bombardeos están dirigidas a bases militares y centros de mando y comunicación de Afganistán para despejar el camino a una intervención militar de tropas terrestres.
La primera ola de ataques fue lanzada poco después de las 16,00 GMT, las 20.30 de la noche del domingo en Kabul.
Los misiles de crucero están guiados por satélite, por lo que tienen una alta capacidad de acierto en los blancos elegidos.
Se cree que estos ataques iniciales darán paso a operaciones con cazabombarderos, que emplean bombas guiadas por láser.
El primer ministro británico, Tony Blair, anunció que submarinos de la Marina británica participaron en el lanzamiento de los misiles.
Los misiles de crucero más utilizados son los Tomahawk, que EE.UU. usó con frecuencia durante la guerra del Golfo Pérsico y en un ataque anterior en Afganistán y Sudán en 1998 después de los atentados terroristas contra las embajadas de Kenia y Tanzania.
Cada misil Tomakawk cuesta más de un millón de dólares.