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Afganistán, foco de tensión para sus seis países vecinos

Los seis países que rodean al hoy atacado Afganistán han permanecido en una constante tensión durante los últimos años.

07 de Octubre de 2001 | 18:24 | EFE
Afganistán, atacado hoy por negarse a entregar a Osama Bin Laden, acusado de organizar los atentados en Nueva York y Washington, comparte frontera con seis países, para los que ha supuesto un constante foco de tensión durante los últimos años.

IRAN

La República Islámica de Irán, que tiene una superficie de 1.648.000 kilómetros cuadrados y unos 66 millones de habitantes, es escenario desde hace más de cuatro años de una disputa entre aperturistas y conservadores por el control político del país.

El régimen musulmán chií de Teherán, que apoya a la opositora Alianza del Norte, mantiene unas relaciones muy tensas con la milicia integrista talibán, de la rama suní del Islam, que los pusieron al borde de la guerra en 1998, después de que los talibán asesinasen a ocho diplomáticos iraníes y un periodista iraníes.

Irán acoge más de un millón y medio de refugiados afganos hacinados en campamentos en las zonas próximas a la frontera común, de unos 930 kilómetros.

Irán no mantiene lazos diplomáticos con EE.UU. desde que en 1979 triunfó la revolución islámica del ayatolá Rujolá Jomeini, que derrocó al Sha de Persia, aliado de Washington.

El Gobierno de Teherán, que condenó los atentados del 11 de septiembre y expresó su disposición a colaborar en la lucha antiterrorista, calificó de "inaceptables" los bombardeos y advirtió a EEUU de las posibles consecuencias de "cualquier tipo de acción que atente contra el espacio aéreo iraní".

PAKISTAN:

El Estado musulmán de Pakistán, con 148 millones de habitantes, está gobernado por el general Pervez Musharraf desde el golpe de Estado de 1999 y mantiene un conflicto fronterizo con la India por la región de Cachemira, causa de dos de las tres guerras que han librado desde su independencia en 1947 del Imperio británico.

Pakistán es el único país que reconoce al régimen de Kabul, después de que Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos rompiesen las relaciones con los talibán, pese a que ha ofrecido a EE.UU. su "pleno apoyo" en la coalición antiterrorista, lo que incluye la cesión de su espacio aéreo, que finalmente ha sido utilizado para los ataques.

Islamabad había ayudado a la milicia integrista en su ofensiva para hacerse con el control de Afganistán, al ver en ella la mejor vía para asegurar las rutas comerciales de Asia Central e instalar en Kabul un Gobierno favorable a sus intereses.

Debido en gran parte a sus más de 2.400 kilómetros de frontera común, Pakistán es el país que más refugiados afganos soporta, con más de dos millones.

Un tradicional aliado de EE.UU. durante la Guerra Fría, Pakistán ha visto como hace dos semanas Washington levantaba las sanciones económicas impuestas por los ensayos nucleares con los que respondió a los efectuados por la India en 1998.

TAJIKISTAN:

Los acuerdos de paz firmados en Moscú en 1997 pusieron fin a cinco años de guerra civil entre los procomunistas y la Oposición Unificada Tajica (OUT) en Tajikistán, una ex república soviética con una extensión de 143.100 kilómetros cuadrados y unos 6 millones de habitantes.

El presidente Emomalí Rajmónov ha ido acaparando poder en la sucesivas elecciones celebradas desde 1994, que en ocasiones no han contado con el reconocimiento de los observadores internacionales.

El nacionalismo tajiko, extremadamente antiuzbeco, pero también antitalibán, ha estado marcado por el apoyo a la opositora Alianza del Norte, que tiene su retaguardia en Dushambé y parte de la cual está integrada por tajikos. El fallecido Ahmed Shah Massud era de origen tayiko.

En los últimos años ha tenido mucha presión internacional para que acoja refugiados afganos.

Rusia todavía mantiene unos 25.000 soldados en la antigua república soviética, principalmente para proteger la frontera de unos 1.200 kilómetros que comparte con Afganistán.

Tajikistán señaló su disposición a cooperar con EE.UU., pero advirtió de que antes de cualquier decisión debía consultar con Moscú.

UZBEKISTAN:

La lucha contra la "amenaza islámica" ha dominado la política interior y exterior de Uzbekistán, en detrimento de la apertura democrática, pero también de las relaciones con los países vecinos.

Sin embargo, la oposición islámica sigue siendo una realidad tangible en esta ex república soviética, con unos 23 millones de habitantes y una superficie de 447.400 kilómetros cuadrados.

En dos ocasiones, en los veranos de 1999 y 2000, las fuerzas del Movimiento Islámico Uzbeko (MIU), acogido por los talibán y entrenado en los campamentos de Osama Bin Laden en Afganistán, atacó las fronteras de Kirguizistán y Uzbekistán.

Principal apoyo del general afgano de etnia uzbeca Rachid Dushtom, Tashkent está preocupado a la vez por enfrentarse a los talibán y contrarrestar el poder de la Alianza del Norte, cuyo fallecido líder militar era su principal enemigo.

Uzbekistán ha permitido a EE.UU. el uso de un aeródromo militar, pero sólo para operaciones de rescate y humanitarias.

TURKMENISTAN:

Turkmenistán, con unos 4,3 millones de habitantes y 488.100 kilómetros cuadrados de superficie, es uno de los antiguos territorios soviéticos donde ha habido menor número de incidentes nacionalistas.

Su presidente, Saparmurat Niyázov, consiguió del Parlamento la Jefatura de Estado vitalicia en diciembre de 1999.

Turkmenistán, el único país de la región que se ha mantenido neutral en el conflicto de Afganistán, nunca ha permitido a los refugiados afganos cruzar la frontera común, de unos 740 kilómetros.

El régimen de Ashjabad se ha erigido en mediador del conflicto -Turkmenistán ha acogido conversaciones entre los talibán y la oposición-, pues no oculta sus intereses para tender una red de oleoductos y gasoductos hacia Pakistán a través de Afganistán.

Sin presencia militar rusa en su territorio, Turkmenistán ha indicado "que no es probable que pueda permitir a EEUU utilizar su territorio para llevar a cabo ataques aéreos contra supuestas bases terroristas" en Afganistán.

CHINA:

China y Afganistán comparten un pequeño tramo de frontera, de unos 70 kilómetros, en una zona que causa disputas territoriales.

Miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, China tiene más de 1.265 millones de habitantes y una superficie superior a los 9,5 millones de kilómetros cuadrados.

Pekín, que ha negado todo contacto con los talibán, ha cerrado su frontera con Pakistán en previsión de una posible fuga masiva de refugiados afganos.

La provincia de Xinjiang, fronteriza con Afganistán y habitada por musulmanes de origen turco, ha sido objeto de extrema vigilancia por las relaciones que mantienen los extremistas religiosos de esta región y el régimen afgano de los talibán.
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