Las fuerzas norteamericanas y británicas atacaron Afganistán en tres oleadas, usando bombarderos de largo alcance (
flechas rojas en mapa) y misiles lanzados desde submarinos y fragatas (
flechas azules en mapa). El objetivo de la operación fue destruir el poder militar de los talibanes, minar la moral del régimen afgano y desarticular los campos de entrenamiento de terroristas liderados por Osama bin Laden.