NACIONES UNIDAS.- El Gobierno de los Estados Unidos no descarta emprender acciones contra otros países en el ejercicio de lo que califica como "derecho a la legítima defensa" por los ataques terroristas perpetrados el 11 de septiembre en ese país.
La posibilidad de llevar a cabo acciones contra otros países está contenida en una carta remitida al Consejo de Seguridad de la ONU, que hoy la hizo pública.
"Podemos encontrar que nuestro derecho a la legítima defensa requiere más acciones con respecto a otros Estados y otras organizaciones", afirma la misiva, firmada por el embajador de los Estados Unidos en la ONU, John Negroponte.
La carta comienza informando al Consejo de Seguridad de que "de acuerdo con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas (...) los Estados Unidos, en unión de otros Estados, han iniciado acciones en el ejercicio de su inherente derecho a la defensa individual y colectiva después de los ataques que se llevaron a cabo contra los Estados Unidos el 11 de septiembre del 2001".
Negroponte recuerda que en los atentados terroristas perpetrados en Nueva York, Washington y una localidad de Pensilvania "murieron más de cinco mil personas, entre los que se encuentran nacionales de 81 países y fueron destruidos cuatro aviones civiles, las torres del World Trade Center y una sección del Pentágono".
"Desde el 11 de septiembre, mi Gobierno ha obtenido clara y convincente información de que la organización Al Qaida, que es apoyada por el régimen talibán en Afganistán, tuvo un papel central en los ataques", explica Negroponte.
El embajador estadounidense resalta, no obstante: "todavía hay mucho que no conocemos. Nuestra investigación está aún en sus pasos iniciales", por lo que el diplomático advierte de que podría derivarse la implicación de otros Estados u organizaciones en los ataques.
Después de afirmar que Al Qaida opera en Afganistán con el consentimiento del Gobierno talibán, la carta agrega que "pese a todos los esfuerzos de los Estados Unidos y la comunidad internacional, el régimen talibán ha rechazado cambiar su política".
"Desde el territorio de Afganistán, Al Qaida continúa el entrenamiento y apoyo de terroristas que atacan gente inocente en todo el mundo y tiene como objetivo a los Estados Unidos y sus nacionales y sus intereses en los Estados Unidos y en el extranjero", según Negroponte.
Las acciones emprendidas por Washington tienen como objetivo "prevenir y disuadir de más ataques en los Estados Unidos", añade el representante norteamericano, que asegura que las operaciones "incluyen medidas contra los campamentos de entrenamiento y las instalaciones militares de Al Qaida y del régimen talibán de Afganistán".
Negroponente resalta también que los ataques se hacen con el compromiso de los Estados Unidos de "minimizar las víctimas civiles y el daño a la propiedad civil".
Por su parte, el embajador británico, Jeremy Greenstock, envió otra misiva al Consejo de Seguridad para informar de que su país participa activamente en las operaciones emprendidas por los Estados Unidos.
"Esta acción militar ha sido cuidadosamente planificada y está dirigida contra Osama bin Laden y la organización terrorista Al Qaida y el régimen talibán que los apoya", afirma Greenstock, que agrega que "es importante tener en cuenta que las operaciones no están dirigidas contra la población civil afgana ni contra el Islam".