WASHINGTON/KABUL.- Tres grandes explosiones sacudieron nuevamente esta madrugada (martes en Afganistán) la ciudad de Kabul cuando aviones de guerra estadounidenses lanzaron un ataque antes del amanecer en la capital afgana, dijeron testigos.
"Acaban de producirse tres explosiones muy grandes", dijo un testigo. "Todavía se pueden oír los aviones en el cielo y las armas disparándoles".
Según los testigos, el fuego antiaéreo comenzó tan pronto se escuchó el ruido de los aviones de guerra, en momentos en que la ciudad empezaba a levantarse para las oraciones matutinas.
La capital y otras ciudades de Afganistán estuvieron bajo fuego también el lunes, en la segunda noche de ataques consecutiva, a la vez que el Presidente George W. Bush prometió "someter a los autores del mal ante la justicia".
El Pentágono confirmó que cinco bombarderos pesados de largo alcance, 10 aviones de la armada que despegaron desde portaaviones y 15 misiles cruceros "Tomahawk" dieron en varios objetivos no especificados, incluyendo una estación de radar de largo alcance, fuerzas de infantería talibán y puestos militares de mando.
El segundo ataque ocurrió casi 24 horas después de ser iniciada la ofensiva contra los campamentos de entrenamiento terrorista de Osama bin Laden.
Bush dijo este lunes que la primera oleada de la ofensiva contra los objetivos terroristas en Afganistán fue "ejecutada al pie de la letra", mientras el el ex gobernador de Pensilvania, Tom Ridge, juró su cargo como director de la nueva Oficina para la Seguridad Interna.
"Hemos aprendido que Estados Unidos no es inmune a un ataque. Hemos visto que la maldad es real", dijo Bush en la toma de posesión de Ridge.
"Por todos los medios y en todos los frentes seguiremos sin tregua al mismo tiempo que estrechamos la red de la justicia" contra el terrorismo, agregó Bush en la ceremonia de toma de posesión de Ridge.
En tanto, el FBI dijo que investiga la posibilidad de que la bacteria ántrax detectada en dos hombres de la Florida fuese el resultado de una acción terrorista o criminal. "Todo norteamericano debería estar atento", advirtió el secretario general de Justicia, John Ashcroft.
Funcionarios de defensa norteamericanos dijeron que los ataques militares continuarán por lo menos otro día más.
Bush, quien se reunirá el martes con los jefes del Estado Mayor Conjunto, no indicó qué hará cuando concluyan los bombardeos contra los objetivos en Afganistán. Empero, el Primer Ministro británico Tony Blair, aliado incondicional de Bush, dio a entender que la ofensiva podría ser ampliada.
"En su debido momento, (los ataques) serán respaldados por otras acciones, aunque nuevamente cuidadosamente dirigidas", afirmó Blair y aunque no dio más detalles, la secretaría británica de Defensa dijo que una de las posibilidades en realizar operaciones terrestres.
El secretario británico de Defensa, Geoff Hoon, dijo que 30 objetivos fueron alcanzados el domingo en la primera ola de la ofensiva encabezada por Estados Unidos para desmantelar la infraestructura militar del régimen talibán afgano y las bases de bin Laden y su red terrorista al-Qaeda.
El almirante Michael Boyce, jefe del departamento de Defensa británico, reconoció que algunos de los campamentos podrían haber estado vacíos. Empero, agregó, "merece la pena negarles el uso de esos campamentos. Y eso es lo que hemos hecho".
Horas antes, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que "todos los aviones regresaron sin novedad, lo que es importante", en represalia por los ataques terroristas que mataron a miles de personas en Nueva York, Washington y Pensilvania.
Un funcionario de Defensa, que habló a condición de guardar el anonimato, dijo que la próxima oleada de ataques será lanzada nuevamente contra los aeropuertos militares del talibán, tanques y aviones MIG. El ataque será efectuado por aviones navales asignados a portaaviones que patrullan la región y por bombarderos pesados de largo alcance, agregó.
Ridge, quien hace unos días dimitió como gobernador de Pensilvania, ocupó su cargo en Washington. "El tamaño y amplitud de este desafío son inmensos", dijo poco después de prestar juramento. Su trabajo, agregó, es clausurar las fisuras en la actual campaña nacional contra el terrorismo.
Esas fisuras fueron las que permitieron a pequeñas células terroristas matar a miles de personas cuando estrellaron los aviones de pasajeros que habían secuestrado contra objetivos en Nueva York y Washington.
El vicepresidente Dick Cheney debía haber presidido la toma de juramento de Ridge. Empero, permaneció en un lugar seguro no identificado, y su lugar lo ocupó el juez de la Corte Suprema Clarence Thomas.
Ante las reiteradas advertencias del FBI ante la posibilidad de que vuelvan a ocurrir ataques terroristas, las autoridades prestaron especial atención al sur de Florida, donde la bacteria ántrax fue detectada en el conducto nasal de un colega de trabajo de un hombre que murió la semana pasada de esa enfermedad. Además, las autoridades sanitarias indicaron que el edificio en que trabajaban ambos fue clausurado después que fue detectado en él la bacteria.
"No hay pruebas que sugieran nada concreto aún y por eso está investigando el FBI", dijo el vocero de la Casa Blanca Ari Fleischer sobre el caso.
En cuanto la primera oleada contra objetivos militares, "sabemos que fueron alcanzados exitosamente en muchos aspectos", señaló Rumsfeld a The Associated Press. Agregó que entre los objetivos figuraron campos de entrenamiento de terroristas, aeropuertos militares, aviones de guerra, defensas antiaéreas, instalaciones de radar y baterías antiaéreas de cohetes.
El embajador talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaeef, dijo que los ataques fueron un terror indiscriminado contra civiles y repitió que murieron 20 mujeres, niños y ancianos en Kabul. "El bravo pueblo de Afganistán nunca será intimidado por estos temores", insistió. "Defenderán la fe del Islam", enfatizó.
En tanto, en la vecina Pakistán, miles de personas se lanzaron a las calles, donde arrojaron piedras e incendiaron edificios en protesta contra la ofensiva, entre ellos dos oficinas de la ONU. Una persona fue muerta y 26 resultaron heridas en la ciudad meridional de Quetta, dijo un médico.
El Presidente y general Pervez Musharraf, quien ha respaldado la iniciativa norteamericana en la lucha, dijo esperar que la campaña militar sea corta y esté dirigida contra los "terroristas" y no los civiles.