PEKIN.- China informó el martes que ha reforzado las tropas en sus fronteras con Afganistán y Pakistán y que cerró la zona a los extranjeros, en un intento por prevenir tensiones regionales en el noroeste de mayoría musulmana.
En el frente internacional, la cancillería china dijo que la policía colaboraba en la investigación estadounidense sobre los ataques terroristas a Estados Unidos del 11 de septiembre y que comunicará "cualquier pista importante".
El Presidente chino Jiang Zemin, en un llamado telefónico que recibió el lunes por la noche de su colega estadounidense George W. Bush, prometió un renovado apoyo a los esfuerzos antiterroristas, informó la prensa oficial. Pero Jiang aclaró que era "muy importante" que los ataques militares se dirigiesen solamente contra blancos terroristas y no contra el pueblo afgano ni los musulmanes, y que se eviten bajas de inocentes.
Las expresiones de apoyo chinas han sido más cautelosas que los de los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en parte debido al intenso sentir antinorteamericano entre los militares y el público.
Los líderes chinos se resisten a apoyar la intervención militar en otras naciones por temor a sentar precedente de acción exterior en regiones agitadas de China como Tibet y Sinkiang.
El Sinkiang tiene fronteras con Afganistán y Pakistán. Elementos separatistas del grupo étnico más numeroso de la región -los uigurs musulmanes de habla turca- han protagonizado atentados contra el régimen chino.
Los gobernantes chinos quieren asegurarse de que los extremistas islámicos y los refugiados de los ataques a Afganistán no penetren las fronteras.
