OSLO.- La ONU y su secretario general, el ghanés Kofi Annan, fueron galardonados hoy con el premio Nobel de la Paz 2001 por "su trabajo en favor de un mundo mejor organizado y más pacífico", anunció el Comité Nobel noruego.
Según el presidente del Comité, Gunnar Berge, el premio es "a partes iguales para Naciones Unidas y a su secretario general, Kofi Annan (...), con el deseo de proclamar que la única vía negociable hacia la paz y la cooperación global debe ir de la mano de las ONU".
"Naciones Unidas ha conseguido muchos éxitos en su historia y ha sufrido muchos reveses", destacó Berge, al recordar que la institución noruega "ha perseguido durante cien años fortalecer la cooperación organizada entre Estados".
Para el Comité noruego, "el final de la guerra fría ha permitido finalmente a la ONU llevar a cabo más plenamente el papel que originalmente debía desempeñar" en el panorama internacional.
"Hoy la organización está al frente de los esfuerzos para conseguir la paz y la seguridad en el mundo, y de la movilización internacional para hacer frente a los desafíos económicos sociales y medioambientales que afronta el mundo", añadió.
En cuanto a Kofi Annan, el Comité manifestó que "ha dedicado casi toda su vida profesional a la ONU" y que como secretario general "ha tenido una importancia prominente para dar nueva vida a la organización" que tiene su sede en Nueva York.
Annan, según el fallo, "ha afianzado la tradicional responsabilidad de la ONU en favor de la paz y la seguridad, y también ha reforzado sus obligaciones con respecto a las políticas de defensa de los Derechos Humanos" en todo el mundo.
Además, "ha llamado la atención sobre nuevos desafíos como la lucha contra el SIDA y el terrorismo internacional, y ha conseguido una utilización más eficaz de los escasos recursos de la ONU".
El Comité valoró asimismo que "en una organización que no puede ser más de lo que sus miembros permitan, ha dejado claro que la soberanía no puede ser una pantalla para que los Estados escondan las violaciones que cometan".
Nacido en Kumasi (Ghana) el 8 de abril de 1938, Annan se formó como economista y gestor en EEUU y como experto en relaciones internacionales en Suiza, país en el que comenzó su andadura como funcionario de las Naciones Unidas en 1962.
Desde entonces, entre otros destinos, pasó por la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la vicesecretaría de Planificación, Finanzas y Presupuesto y la secretaría general adjunta, para la que fue designado en 1993.
Eran los tiempos en los que el egipcio Butros Gali era el máximo responsable de la ONU y también la época de la que se recuerdan algunos de los más sonoros fracasos de la organización.
El propio Annan ha reconocido que no supieron calibrar la información que poseían acerca del genocidio que estaba en marcha en Ruanda en 1994 y que no fueron capaces de frenar matanzas en los Balcanes como la ocurrida en Srebrenica (Bosnia) en 1995.
El 1 de enero de 1997 llegó a la cumbre de la organización, en la que emprendió una dolorosa reforma administrativa y encabezó delicadas misiones políticas, como la que en 1998 le llevó a Irak para impedir los bombardeos de los Estados Unidos.
Para el Nobel de la Paz de este año se habían propuesto 126 candidatos, entre ellos 28 organizaciones como la Cruz Roja (que ya ha sido galardonada en tres ocasiones, 1901, 1917 y 1944), el grupo religioso chino Falun Gong, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Entre los nombres propios, se señalaba también el de el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, en una lista en la que, fuera de plazo, se incluyó al actual inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, a propuesta de un grupo de profesores noruegos.
Esta edición del premio es especialmente significativa por cumplirse 100 años desde que el científico y magnate sueco Alfred Nobel creó estos premios y por el delicado momento internacional que se vive desde los atentados contra EEUU el 11 de septiembre.
Para marcar la fecha, a la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz, el próximo 10 de diciembre, asistirán 32 antiguos premiados, entre ellos el último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, y el ex secretario norteamericano de Estado Henry Kissinger.