WASHINGTON.- En momentos en que aumentaba la preocupación por el anuncio del cuarto caso de carbunco, el Presidente George W. Bush dijo el viernes que Estados Unidos "aún está en peligro" de sufrir otro acto terrorista, pero aseguró que eso "no derribará a nuestro país".
Bush afirmó que su gobierno estaba respondiendo rápidamente después que una empleada de la cadena de noticias NBC, en Nueva York, dio positiva en una prueba para detectar el ántrax.
Ese es el cuarto caso confirmado de la enfermedad en una compañía de medios de prensa desde los atentados con aviones comerciales secuestrados que el 11 de septiembre destruyeron las Torres Gemelas de Nueva York y dañaron el Pentágono, cerca de Washington, dejando casi 6.000 muertos.
El secretario de Salud y Servicio Humanos, Tommy Thompson, afirmó que "no hay pruebas" de que los casos estén relacionados con un atentado. Un persona murió en el estado de Florida producto de carbuncosis pulmonar y dos de sus colegas dieron positivo en la prueba de detección, pero no están enfermas.
"Nuestra nación aún está en peligro pero el gobierno está haciendo todo lo que está en su poder para proteger a nuestra ciudadanía", dijo Bush en una ceremonia en honor a los hispano-estadounidenses, realizada en la Casa Blanca en ocasión del Día de la Raza.
"El pueblo estadounidense necesita continuar con sus vidas. No podemos dejar que los terroristas encierren a nuestro país. No podemos dejar que los terroristas, los pocos malvados, nos hagan rehenes", añadió.
"Nuestro gobierno combatirá el terrorismo allende los mares. Lo combatiremos aquí en casa", afirmó el mandatario. "Y el pueblo estadounidense necesita combatir al terrorismo también yendo al trabajo, a los juegos de pelota, montando en los aviones... Ellos no derribarán este país".
Airadas protestas
Un poco antes el viernes, Bush, tomando en cuenta las furiosas protestas de musulmanes desde Ciudad del Cabo hasta Karachi, prometió que Estados Unidos luchará en Afganistán por su seguridad pero manteniendo vivos sus principios.
El Presidente quiso dejar en claro que Estados Unidos es un país compasivo y aprovechó la conferencia anual para recaudar fondos para la niñez para pedir que cada joven estadounidense gaste o done un dólar a fin de ayudar a los más de 10 millones de niños desnutridos de Afganistán.
"Nuestra compasión y preocupación no se detiene en nuestra frontera, se extienden a través del mundo".
Bush lanzó oficialmente el "Fondo de Estados Unidos para los Niños Afganos", aceptando el primer dólar de Justin Washington, de 6 años.
El Presidente estadounidense dijo que este fondo le daba una oportunidad a los más de 58 millones de estadounidenses de entre 4 y 14 años de demostrar "compasión y misericordia en esta hora de necesidad".
Los asesores de la Casa Blanca dijeron que Bush estaba sorprendido por el odio que mostraron los manifestantes musulmanes hacia Estados Unidos, tras los ataques aéreos contra Afganistán en respuesta a los atentados del 11 de septiembre.
"Los estadounidenses están decididos a combatir por nuestra seguridad, no hay duda sobre esto", dijo Bush ante una audiencia de más de 1.000 personas. "Y estamos igualmente decididos a vivir con nuestros principios".
El blanco de los ataques en Afganistán es el millonario fundamentalista Osama bin Laden, considerado cerebro de los atentados en Estados Unidos, su organización Al Kaidah (La Base) y el gobernante movimiento Talibán, que se niega a entregarlo.
Bush dijo que la guerra contra el terrorismo y quienes lo amparen requerirá paciencia y persistencia, y que tomará tiempo y determinación.
"Enfrentamos un enemigo que planea en secreto y actúa sin moralidad y sin remordimiento. Debemos combatir a este enemigo en cualquier lugar donde haga planes o se esconda o corra, en el exterior y en casa", afirmó.