KABUL, Afganistán.- Varios aviones sobrevolaron Kabul en las primeras horas de la mañana del sábado (hora local) y se escucharon enormes explosiones en el área norte, sacudiendo edificios en el centro de la capital.
La nueva ronda de ataques siguió a una pausa el viernes en la campaña encabezada por Estados Unidos contra el Talibán a causa del día musulman de oración.
Las explosiones marcan el inicio de un séptimo día de ataques contra el Talibán, que gobierna Afganistán y alberga a Osama bin Laden, principal sospechoso en los ataques terroristas del 11 de septiembre en estados Unidos.
Los ataques aéreos sobre Afganistán se habían reducido significativamente el viernes, cuando Estados Unidos y sus aliados dieron indicios de que la campaña de bombardeos de seis días cederá este fin de semana debido a una importante celebración religiosa musulmana.
El ministro británico de Defensa, Lewis Moonie, dijo que los ataques probablemente serán menores en los próximos días debido a que el sábado se celebra el festival musulmán de Miraj Un Nabi, en memoria de la Ascensión del profeta Mahoma al cielo.
"Estamos muy conscientes del significado religioso de los próximos días para el mundo musulmán, y tomaremos eso en cuenta en nuestras medidas", dijo Moonie. "No me sorprendería que la actividad fuese mucho menor el fin de semana".
El talibán afirmó que por lo menos 200 afganos murieron hace dos días en un bombardeo contra una aldea de las afueras de Jalalabad, en el oriente del país.
La cifra fue la mayor cantidad de víctimas divulgada hasta ahora por el gobierno afgano, pero no pudo ser verificada en fuentes independientes.
Se informó de explosiones la madrugada del viernes en el norte de Kabul, pero no hubo informes de ataques en otras ciudades, en contraste con lo sucedido las noches anteriores.
La noticia de un bombardeo contra la aldea afgana de Karam fue divulgada por Zadra Azam, vicegobernador de la provincia oriental de Nangarhar, controlada por el talibán.
La aldea está muy cerca del pueblo de Darunta, a unos 230 kilómetros al este de Kabul, en una zona donde se cree que bin Laden entrena a los combatientes de su red al Qaeda.
Por otra parte, la agencia oficial noticiosa del talibán dijo que por lo menos diez personas murieron y varias viviendas fueron destruidas en Argandab, al norte del bastión talibano de Kandahar.
La agencia dijo que otras bombas destruyeron viviendas en Karaba, al norte de Kabul. Estados Unidos ha dicho repetidas veces que las misiones aéreas no atacan blancos civiles. No hubo comentarios inmediatos del Pentágono acerca de las denuncias del talibán, pero funcionarios militares han dicho que no se proponen comentar acerca de cada una de esas versiones.
Las cifras de víctimas proporcionadas por el gobierno de Kabul son casi imposibles de verificar porque los periodistas extranjeros no reciben autorización para entrar a Afganistán y los periodistas afganos no tienen libertad de movimiento para recopilar noticias.
En la frontera paquistaní, refugiados afganos recién llegados informaron de que algunas bombas cayeron cerca de zonas pobladas.
"Nunca había visto semejante cosa", dijo Agha Jan Agha, un campesino de Kalamtar, una aldea cercana al bastión talibano de Kahndahar. "Las bombas caían en la aldea y en sus alrededores, y había incendios y humo por todas partes".
El gobierno paquistaní dijo que habría preferido que se evitase un enfrentamiento armado. "Este es el tipo de situación que Pakistán quiso evitar al hablar con el talibán", dijo el vocero de la cancillería Riaz Mohammed Khan. "Advertimos al talibán y deploramos el fracaso de nuestras gestiones".